Los dos narcos acusados de traer hachís desde África vuelven al banquillo tras negarse a pactar con el fiscal

Dos de los presuntos miembros de una red de narcotráfico que operaba en Salamanca volverán a sentarse en el banquillo este miércoles después de haber rechazado en abril el acuerdo de conformidad ofrecido por la Fiscalía. Ambos están acusados de participar activamente en una trama dedicada a introducir hachís desde el norte de África y el sur de España, para después distribuirlo desde viviendas particulares en la capital salmantina.

El juicio arrancó en abril con una sorpresa parcial: cuatro de los seis acusados aceptaron penas de hasta tres años y nueve meses de prisión y multas que alcanzan los 60.000 euros, reconociendo los hechos y evitando así la vista oral. Sin embargo, los otros dos -un matrimonio acusado de colaborar en la venta desde su casa- se negaron a firmar el acuerdo y el juicio contra ellos hubo de suspenderse. La renuncia de su abogada por falta de confianza forzó además un nuevo señalamiento, que ha sido fijado para este miércoles en la Audiencia Provincial.

Según el relato de hechos del fiscal en su escrito de calificación, la investigación comenzó en noviembre de 2022, cuando la Policía Nacional detectó un trasiego inusual de personas en un garaje de la calle Gran Capitán. En ese lugar, A.A.E.M., uno de los cabecillas de la red, realizaba ventas continuadas de droga. En los registros domiciliarios posteriores se intervinieron más de siete kilos de hachís. Su socio, Y.S.F., también ya condenado tras aceptar el acuerdo, era el encargado de transportar la mercancía desde el sur de la península.

La pareja que será juzgada este miércoles, identificada como J.D.J.M. y N.N.S., mantenía contacto con los cabecillas y, según el fiscal, utilizaban su propia vivienda como punto de venta. Las conversaciones interceptadas por la Policía desvelaron un lenguaje en clave que incluía expresiones como «chocolate», «un cacho» o incluso referencias a «camisetas de Messi del Mundial» para hablar de los alijos. En su domicilio se hallaron básculas, dinero en metálico y unos 300 gramos de hachís, aunque el fiscal sostiene que su papel iba más allá de esa cantidad.

La operación policial se zanjó con seis detenidos, varios registros y más de nueve kilos de droga intervenida entre hachís, cocaína y cannabis. Este miércoles, los dos procesados que se desmarcaron del acuerdo inicial se enfrentan a una posible pena de prisión y el pago de cuantiosas multas que, en los escritos provisionales de acusación.

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