Un conductor ebrio siembra el pánico por el centro: embiste a toda velocidad la terraza de una cafetería en San Pablo

Un conductor de 23 años en estado ebrio ha sembrado el pánico por las calles del centro de Salamanca tras protagonizar un peligroso recorrido dejando tras de sí un reguero de daños materiales y el susto entre los vecinos, turistas y comerciantes de la zona. Los hechos ocurrieron este sábado, 5 de julio, sobre las 9:00 horas, a plena luz del día, cuando el vehículo irrumpió a gran velocidad por la calle Juan de la Fuente.

Según testigos presenciales, el conductor, que posteriormente dio positivo en la prueba de alcoholemia, realizó un giro junto a la Torre de los Anaya, subiéndose a un jardín y perdiendo el control del turismo. Posteriormente, en su alocada carrera, impactó violentamente contra el escaparate de una jamonería situada en la esquina con la calle Palominos, causando daños en el establecimiento.

Lejos de detenerse, el conductor recuperó la marcha y embistió a gran velocidad una jardinera y las mesas de la terraza de una cafetería ubicada en la calle San Pablo. Por fortuna, a esa hora no había clientes desayunando ni camareros en el exterior, lo que evitó una tragedia mayor. “Menos mal que ya teníamos montada la terraza y que no había nadie sentado porque acabábamos de abrir, sino hubiera sido una desgracia bastante grande”, expresa a LA GACETA uno de los camareros de la cafetería afectada, que añade que salieron a la calle al escuchar varios impactos: “Circulaba de lado a lado, chocando con todo. Ha pasado a medio metro de nosotros”.

Finalmente, el coche terminó subido en la acera izquierda de la calle, donde colisionó contra una señal y una papelera.

A pesar de la espectacularidad de los hechos, no hay que lamentar heridos, solo daños materiales en el mobiliario urbano y en los negocios afectados. La Policía Local se trasladó de inmediato al lugar de los hechos para inmovilizar el vehículo y someter al conductor a las correspondientes pruebas de alcohol y drogas, en la que arrojó 0,80 mg/l en la prueba de alcoholemia. La Policía Judicial de Tráfico ha abierto diligencias. Por su parte el conductor no ha sido detenido, aunque está siendo investigado por un delito de conducción bajo los efectos del alcohol.

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