En busca por un delito de odio: «Yo también sé chupar muy bien, os chupo el c*** y vosotras me chupáis la p****»

El acusado de increpar y agredir a dos chicas por besarse en la parada de bus de la avenida de Villamayor, el rumano M.M., ha sido puesto en busca y captura al no haber podido ser localizado con motivo del procedimiento seguido contra él por delitos de odio, lesiones y maltrato de obra. Según ha podido saber LA GACETA, el varón se encuentra en paradero desconocido de manera que la Audiencia Provincial de Salamanca ha tenido que suspender el juicio previsto para la mañana de este martes por los hechos, y ha ordenado su busca y captura para asegurar su presencia en el próximo señalamiento de la vista oral.

Tal y como viene informando este periódico, la Fiscalía de Salamanca le acusa de un delito de odio por el que le pide un año de prisión y ocho meses de multa con una cuota diaria de 8 euros (1.920 euros), inhabilitación especial para profesión u oficio educativo, en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre, por un tiempo de cuatro años; de un delito de lesiones por el que le pide dos meses de multa a 8 euros día (480 euros); y de un delito leve de maltrato de obra por el que le pide otra multa con una cuota diaria de 8 euros (1.920 euros).

Le solicita además el fiscal que indemnice con 1.000 euros a cada una de las dos afectadas por los daños morales y a la que resultó lesionada, 425 euros por los días de curación, 1.900 por secuelas y por la reparación de las gafas lo que se determinen sentencia.

Según relata el fiscal en su calificación provisional, alrededor de las 22:00 horas del 20 de octubre de 2021, las dos chicas se encontraban besándose bajo la marquesina de la parada de bus urbano ubicada frente al Hospital de la Santísima Trinidad. Tal situación fue advertida por M.M. que, guiado por su animadversión a la orientación sexual de la pareja y con propósito de humillarlas y ofender su dignidad, las increpó en voz alta por su conducta: «Yo también sé chupar muy bien, os chupo el c*** y vosotras me chupáis la p****».

Lejos de cesar en ese momento el ilícito proceder del acusado, a mayor abundamiento y movido por ánimo de menoscabar la integridad física de aquellas, propinó un manotazo en la cara a una de ellas, lo que provocó que esta cayera al suelo, le rompiera las gafas y perdiera una pulsera, tras lo que le lanzó además patadas y un fuerte empujón, abandonando el lugar.

A causa de la agresión, ambas reclaman acciones civiles por lo que pudiera corresponderles por tales hechos, señala el fiscal en sus informes.

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