Del «Soy un árbol más» a 2.700 euros de multa por agredir a tres policías en la protesta contra la tala de la plaza del Oeste
El activista ha evitado la cárcel tras conformarse con una multa económica y el pago de indemnizaciones por los forcejeos con los agentes. Varios agentes de la UIP se desplegaron en el edificio judicial, aunque la jornada transcurrió sin incidentes
Salamanca
Jueves, 10 de julio 2025, 11:54
No hubo gritos, ni cánticos, ni pancartas esta vez. Solo conformidad entre las partes y una condena económica que pone punto final al juicio por los altercados durante la polémica tala de árboles en la plaza del Oeste de Salamanca. El activista que fue detenido durante la intervención policial ha aceptado una pena de multa que, en total, asciende a 2.700 euros por los delitos de resistencia a la autoridad y lesiones leves a tres agentes, así como las correspondientes indemnizaciones.
El juicio, que estaba previsto para este jueves en el Juzgado de lo Penal número Dos de Salamanca, se ha resuelto con un acuerdo entre la Fiscalía, la acusación particular y la defensa. El acusado, E.R.L., ha admitido los hechos y ha aceptado una pena de seis meses de multa a razón de seis euros diarios (1.080 euros) por un delito de resistencia a la autoridad, además de tres penas de un mes de multa (180 euros cada una) por tres delitos leves de lesiones, lo que suma 1.620 euros más. A esto se añaden las indemnizaciones a los agentes: 380 euros a uno de ellos y 350 a cada uno de los otros dos, en concepto de responsabilidad civil.
En total, la 'broma' le ha salido por 2.700 euros, tras una intervención policial que en su momento generó una gran repercusión social. Aunque se temía que la celebración del juicio pudiera reavivar la tensión vivida durante la tala, lo cierto es que el acto ha transcurrido con absoluta normalidad. Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP) estuvieron desplegados en la entrada de los Juzgados de Colón por si fuera necesaria su intervención, pero no hubo incidentes ni protestas.
Los hechos ocurrieron el 22 de octubre de 2024, cuando el Ayuntamiento de Salamanca procedió a la retirada de varios perales de Callery en la plaza del Oeste, apoyándose en informes técnicos que alertaban del riesgo que suponían. La tala provocó un fuerte rechazo vecinal y desencadenó una protesta espontánea no comunicada a la Subdelegación del Gobierno.
Durante el dispositivo, según el relato de la Fiscalía, el acusado se negó a obedecer las órdenes de los agentes, agarró del chaleco a uno de ellos, trató de derribarlo, cogió del cuello a otro y lo tiró al suelo, rompiéndole la camisa, además de hacer el ademán de golpear a otros efectivos. La detención se produjo tras varios forcejeos en los que opuso resistencia.
Aquel día se escucharon frases como «No a la tala» o «Soy un árbol más», que terminaron convirtiéndose en símbolo de una movilización vecinal que intentó frenar las motosierras, sin éxito. El Ayuntamiento defendió la actuación por motivos de seguridad, mientras que desde la asociación vecinal ZOES se criticó la falta de diálogo y se denunció una «tala innecesaria».
El acusado, que se enfrentaba inicialmente a una pena de año y medio de prisión y más de 2.000 euros de multa, ha evitado la cárcel aceptando los hechos. La protesta, al final, le ha costado 2.700 euros y, eso sí, un antecedente penal como recuerdo de uno de los episodios más tensos del último año en la capital salmantina.
