Este es el motivo del preocupante aumento de las cefaleas

La miembro del grupo de Estudio de Cefalea de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFIC), la doctora María Rosa Ripollés Vicente, ha desvelado la existencia un “claro aumento” en la consulta de Atención Primaria de pacientes con cefaleas, aunque afirma que no se han encontrado relaciones entre esta dolencia y el teletrabajo.

“En mi trabajo diario sí se ha evidenciado un aumento de consultas por cefalea, siendo la cefalea tensional episódica la más común de todas ellas. No puedo asegurar con evidencia científica que solo sea esta la que esté ligada al teletrabajo, ya que el estrés es causa desencadenante de otras, como la migraña, pero sin duda es un factor a tener en cuenta y la tendencia de aumento es a su favor”, afirma.

Así, esta experta considera que la cefalea es un síntoma “muy invalidante” y que afecta a tanto a la calidad de vida de la población, como a su capacidad intelectual y al rendimiento físico de quien la padece. “La cefalea por estrés o tensión se denomina ‘cefalea tensional’ y tiene unos rasgos característicos para reconocerla. Se define como un dolor en la frente o nuca, como una tensión o un casco, que suele empeorar a lo largo del día, y se relaciona con situaciones de estrés, con fatiga o con cansancio. El dolor suele ser de leve a moderado, y puede cronificarse y estar presente durante varios días”, detalla.

Para ella, el teletrabajo es una realidad actualmente en muchos entornos laborales, al mismo tiempo que representa “una medida de protección en el transcurso de la pandemia”, así como “un cambio surgido por las necesidades sociales y sanitarias de protección de los contagios”. La doctora defiende que se debe informar de la existencia de una cefalea tensional si creemos que tiene relación con el trabajo para conocer las medidas oportunas para cambiar esa situación.

La experta destaca que la prevención es el “mejor de los aliados” en salud; siendo además en la cefalea tensional “un pilar fundamental”. Por ello, recomienda a la hora de prevenir esta patología el mantenimiento de un estilo de vida saludable, fundamentado en una buena alimentación y con un proceso de cocción cardiosaludable, así como una reducción en el consumo de procesados y de grasas saturadas; aparte de intentar alcanzar un hábito de sueño reparador y regular. “Conseguir equilibrio de cuerpo y mente, con técnicas de autoconciencia de la respiración, mindfulness, pilates, yoga , meditación nos ayudará”, aprecia.

Ve fundamental conseguir un equilibrio de cuerpo y mente, con la práctica de ejercicios físicos y de relajación de forma regular, y más aún si se trabaja. Al mismo tiempo deben evitarse hábitos tóxicos (alcohol, tabaco), el sedentarismo o la automedicación, para lo cual hay que consultar siempre con el médico de familia. La doctora Ripollés ha subrayado la importancia que tiene emplear la dosis indicada por el profesional para el tratamiento, que dependerá del tipo de cefalea, de su intensidad y gravedad.

“Por eso pedimos a nuestros pacientes nos lleven el ‘diario de cefalea’, un registro del número de episodios, de su duración y frecuencia, además de registrar cuál es su intensidad, o han podido ser sus desencadenantes y la respuesta que ha recibido el paciente al tratamiento. Nos sirve para conocer mejor la cefalea que padecen, descartar síntomas de alarma, diagnosticarla y decidir, según todo ello, el riesgo-beneficio del tratamiento a indicar”, defiende la miembro de CAMFIC.

Aunque insiste en que el tratamiento debe ser individualizado, y la cefalea es “muy invalidante”, si subraya que en la fase aguda se debe buscar el aliviar de “forma rápida y segura” el síntoma.

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