Un youtuber salmantino 'atrapado' en Alaska por la alerta de tsunami: «Lo único que funcionó fue el aviso del móvil»

Lo que prometía ser una escala apacible entre glaciares y montañas terminó convirtiéndose en una jornada de tensión e incertidumbre para el youtuber salmantino Ángel Regalado y su hermano, Víctor Lledó, a bordo del crucero Caribbean Princess. Mientras el barco permanecía atracado en el puerto de Skagway, en la costa sur de Alaska, una inesperada alerta de tsunami interrumpió su viaje tras registrarse un terremoto de magnitud 8,8 en la escala Richter frente a la península rusa de Kamchatka.

«Estaba dando un paseo por la ciudad y, al regresar al camarote, vi que mi hermano seguía durmiendo la siesta. Le desperté para enseñarle la alerta que había saltado en mi móvil. Pensábamos que era un error, pero no», relata Ángel para LA GACETA.

Lejos de encontrar tranquilidad en el interior del crucero, los pasajeros se enfrentaban a la incertidumbre total. Ni en recepción ni en los canales oficiales del barco se proporcionaba información clara. «Fuimos a preguntar, pero no sabían nada. Y eso fue lo más angustiante. Nadie te confirmaba qué estaba pasando. Tuvimos que buscar noticias por nuestra cuenta», explica Regalado.

Y ahí fue cuando la inquietud se extendió rápidamente entre los pasajeros. Ángel y Víctor fueron de los primeros en alertar a otros viajeros hispanohablantes, lo que desencadenó un efecto dominó. Pronto, decenas de personas revisaban sus teléfonos en busca de datos. Sin embargo, lo que hallaron fue un escenario desbordado de rumores, bulos y vídeos falsos. «Ponías 'Tsunami Alaska' en redes sociales y aparecían imágenes de desastres antiguos, como si fueran actuales. No sabías qué creer».

En paralelo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó un mensaje en su cuenta oficial de X (antes Twitter), que avivó tanto la atención pública como el temor: «Debido a un terremoto masivo ocurrido en el Pacífico, se ha emitido una alerta de tsunami para los residentes de Hawái. Hay una vigilancia de tsunami para Alaska y la costa del Pacífico de Estados Unidos. Japón también se encuentra en la zona. ¡Manténgase fuertes y seguros!«.

Aunque no se llegaron a ordenar evacuaciones en el crucero, la tensión fue máxima. Las autoridades del barco aseguraron que estaban monitorizando la situación y que, en caso de novedad, informarían a los pasajeros. Sin embargo, la falta de comunicación clara prolongó el estado de alarma durante horas.

Ya por la noche, con la situación más calmada, el capitán del Caribbean Princess comunicaba a los pasajeros que la alerta en la zona había sido cancelada y que el crucero podía continuar su ruta hacia Juneau, la capital de Alaska.

«Ha sido el momento más tenso que he vivido en un viaje. Estar en un barco sin saber si te va a golpear una ola gigante y sin que nadie te lo confirme... Lo único que funcionó fue la alerta del móvil. El resto fue desinformación total», resume Ángel.

Y es que, aunque el peligro inmediato ha pasado, la experiencia ha dejado huella. Por el momento, Ángel y Víctor continúan su travesía por Alaska, pero con un ojo puesto en las noticias. «Lo que más nos preocupa ahora es que haya réplicas porque, si vuelve a pasar y nos pilla en medio del mar, no sé cómo reaccionaríamos».