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El urgenciólogo y representante de CESM Tomás Toranzo ha ofrecido una ponencia sobre la atención continuada que afecta a los especialistas en Urología.
El zamorano recuerda que «la denominada atención continuada o guardias médicas es un tiempo de trabajo para actividad no programada que realizan los médicos de manera obligatoria por encima de la jornada ordinaria, es lo que en el ámbito laboral serían las horas extras».
«Esta actividad, desde su inicio, estaba conceptuada como una expectativa de trabajo, pero el paso de los años las ha ido transformando en una actividad más dentro del SNS, en ocasiones con cargas de trabajo que pueden poner en peligro la salud de los profesionales y en otros la seguridad de los pacientes», explica.
Toranzo aclara que hay dos modalidades: las guardias de presencia física y las localizadas. «Las primeras tienen una regulación bastante estructurada (muy mejorable, por cierto) con legislación autonómica, nacional y europea que tasan desde su horario máximo diario/semanal/mensual/anual, hasta la regulación de los descansos diarios y semanales que llevan aparejadas, además de su retribución y demás circunstancias que les son propias».
En cambio, las guardias localizadas -amplía- que son las que realizan los urólogos en Castilla y León y que, por tanto, pueden llevar aparejada actividad quirúrgica, «tienen una regulación mínima que hace que incluso no computen ni como tiempo de trabajo, con lo que se pierde todo lo relativo al número de guardias que a un médico se le pueden exigir a lo largo del año».
Toranzo lamenta que «tampoco se contemplan las cargas de trabajo, ni los descansos postguardia, ni los tiempos de respuesta, ni el número de veces que se tiene que acudir al centro de trabajo, además de no ponerse a disposición de estos profesionales los recursos necesarios para acudir cuando son requeridos para ello». «Además, se da la circunstancia de que, para tratar de paliar este problema, cada centro de trabajo adopta soluciones locales que carecen del correspondiente respaldo legal y de homogeneidad dentro de Sacyl y del conjunto del SNS, lo que las convierte en un elemento más que impide una adecuada conciliación de la vida familiar y laboral, a la vez que distorsiona gravemente el ya de por sí tenso clima laboral que soporta nuestro Sistema de Salud».
Como conclusión, Tomás Toranzo considera «urgente que en Sacyl se regule adecuadamente todo lo relativo a la actividad de la atención continuada y en especial a la forma en que se realiza la actividad asistencial bajo la modalidad de guardias localizadas».
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