Sembrar amistad para recoger salud: «Algunos no hemos tenido la suerte de saber lo que es un pueblo»

Sembrar amistad y recoger salud. ¿Quién se lo iba a decir a José Antonio, Miguel, Lauriano, Celso y José María? Estos son algunos de los 15 usuarios que cultivan los huertos ecosociales que Cruz Roja Salamanca ofrece desde el año 2007 a personas jubiladas o mayores de 65 años para mejorar su calidad de vida a través del ejercicio físico que requiere el trabajo agrícola y el contacto con la tierra y la naturaleza, con otras personas y con la producción y el consumo de alimentos saludables. Patatas, tomates, berenjenas, lechugas, acelgas, escarolas, calabazas, alcachofas, calabacines, puerros o pimientos son algunos de los productos que aportan color a las distintas parcelas.

Cada mañana, Miguel Iglesias se levanta con ilusión y con un objetivo claro: cuidar de su huerto, disfrutar con los demás compañeros y realizar actividades intergeneracionales con los más pequeños del Centro Infantil y con los chicos y chicas del Centro Joven de Cruz Roja. Ambos ubicados junto a las parcelas. «Es lo que más feliz me hace, tengo muchos 'nietos postizos'. Me asomo a la valla que separa los huertos y el centro y ya me empiezan a gritar: '¡el abuelo Miguel!' Me gusta que vengan y aprendan las frutas, verduras y hortalizas disfrutando de la tierra, pues muchas veces los niños desconocen que la fruta no viene del supermercado», explica emocionado este usuario que tras estar más de cuarenta años al mando de un camión, decidió dedicar su tiempo libre a la naturaleza cuando se jubiló.

Nunca había tenido un huerto, pero poco a poco aprendió a cultivar y ahora recolecta todo tipo de productos, al igual que José Antonio. Este conoció la iniciativa a través de su mujer, voluntaria de Cruz Roja. «Mi pequeño huerto me aporta distracción, una obligación para salir de casa y estar en contacto con el medio ambiente, pues algunos no hemos tenido la suerte de saber lo que es un pueblo, el mundo rural», detalla.

Fomentar la agricultura ecológica, huir de los fitosanitarios, recuperar el entorno urbano y favorecer el que exista un equilibrio y un respeto medioambiental son otros de los objetivos de estos terrenos ecosociales. «Tenemos un voluntario que es ingeniero agrónomo y les ha explicado cómo potenciar la agricultura ecológica y la asociación de cultivos para evitar plagas o llamar a polinizadores, saber qué plantas benefician a otras, cuáles son las adecuadas para este tipo de terreno, qué se debe sembrar en cada época del año y el tema de la rotación y el descanso de la tierra», explica Raúl Hernández Vasallo, responsable del área de Medio Ambiente de Cruz Roja.

Cruz Roja Salamanca busca que esta actividad beneficie personalmente a los destinatarios. «Además de la parte medioambiental, está la parte social y saludable, pues hacen ejercicio y se relacionan con los niños y jóvenes. Normalmente la producción es para uso familiar, pero si hay excedente lo donan para la cocina de los centros, son todo ventajas», añade Raúl Hernández Vasallo.

El usuario Laurino Gómez confiesa que el huerto se ha convertido en su mejor medicina. «Hace cuatro años decidí formar parte de este proyecto y es la mejor manera para estar en movimiento. Me he criado en Villoruela, pero tenía pocos conocimientos de la tierra ya que siempre me he dedicado a la construcción. Muchas dudas me las han resuelto mis compañeros y otras las busco en internet», ríe. Su creatividad e ingenio le han aportado muchas ideas, tales como fabricar una «ducha casera y artesanal» para llegar a regar todos los recovecos con la manguera. Esta actividad la combina con realizar juguetes de madera para los niños y le gusta ir «muy temprano» porque es cuando «más lo agradece el riego», detalla Lauriano Gómez.

A Celso Santos siempre le ha tirado mucho la tierra porque su padre fue hortelano, por eso hace cuatro años que optó por el proyecto después de jubilarse como mecánico. José María Iglesias descubrió este hobby hace dos años gracias a su vecino. «Me lo recomendó, lo solicité y me lo concedieron. Es la excusa perfecta para hacer ejercicio, hay mucha distensión y cachondeo entre nosotros, que es de lo que se trata la vida», concluye.

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