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Daniel del Castillo
Salamanca
Viernes, 9 de agosto 2024, 13:01
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Parece poco convincente que verano y calor tengan su homólogo en algo tan sencillo como un helado. Algo así como la necesidad de los contrarios, calor y frío, para poder sobrellevar estos meses de junio a agosto de la mejor manera posible, aunque, también, sobrellevar a veces significa disfrutar de comer un helado en Salamanca.
En muchas ocasiones los días de verano parecen una gymkana. Quien pueda se despierta sin culpar a la alarma, hacer planes con los amigos quizá es el segundo punto del día, amenizar las tardes con un plan piscinero o de ruta y baño, y, por la noche, no falta la idea de tomar un helado mientras se camina hacia la Plaza Mayor de la ciudad. Degustar un cono de nata y fresa, o una tarrina del sabor menos conocido que se puede encontrar, forma parte del día a día de muchos salmantinos y de los turistas que pasean por la ciudad en estos días de calor.
Por suerte para muchos la distancia entre las heladerías del centro no es muy larga. Viniendo desde la Catedral hasta la Plaza Mayor por la Rúa, se encuentran dos heladerías que llaman la atención por las colas que se forman en la puerta para poder hacerse con uno. En la misma Plaza Mayor conviven tres establecimientos distintos que venden helados, cada uno con una forma distinta de entenderlo. Curiosamente, uno de los diseños más novedosos que llegaron a la ciudad hace un par de años, son los helados que no van ni en cono ni en tarrina, sino dentro de un pez hecho de gofre y que hace las delicias de quienes lo prueban.
Cada verano el sabor más elegido cambia según los gustos de cada cliente, aunque, las tendencias que se encuentran en redes sociales, favorecen el cambio de un gusto a otro. Claudia Sánchez trabaja en una de las heladerías del centro de la capital charra, quien asegura que el más deseado durante este año es el helado de nata: «es el que más se esta vendiendo en este verano, también es fácil que guste a todo el mundo, porque en parte no se arriesgan a probar algo nuevo o a que no le guste, ya que la nata la ha probado casi todo el mundo, y por lo tanto, saben que van a disfrutar el helado», afirma la heladera. Otros helados que triunfan son el de rosquillas de Ledesma, 'Kinder' y 'Lotus', si bien el primero es quizá el helado más salmnatino con el que uno se puede topar este verano en la ciudad, los otros dos son más comunes en todas las heladerías.
Algunas personas incluso añoran los sabores que ya no se comercializan, como el de ron con pasas. Caso que le sucede a Víctor López, quien siempre pedía este sabor de helado porque era su favorito. Este zamorano que vive en Salamanca también señala que el helado de yogur ha conquistado su paladar por delante del clásico helado que todos conocen: «Me gusta más la idea del helado suave con una base de yogur y que después le puedas ir añadiendo lo que quieras, como trocitos de fruta, galletas, algún sirope... Para mí es algo más sano y más rico», comenta Víctor.
Los helados artesanales han cobrado gran popularidad en los últimos años, la gente busca limitar el autoengaño con los carteles de 'helado artesanal', aunque hay muchas formas de deducir si realmente el helado es o no artesanal. La heladería de María Gómez en la capital charra es experta en este tipo de helados y sabe perfectamente como guiar a sus clientes para encontrar el mejor. Como por ejemplo, la primera impresión que nos de el helado, el helado 'de fábrica' suele tener un aspecto muy bonito, con unos colores my vivos y unas formas que parecen de película, pero el helado artesanal suele tener un color más feo, ya que lleva una elaboración hecha a mano.
«Los helados artesanales tienden a tener una textura más cremosa y un sabor más intenso. Esto se debe a que suelen contener más grasa y menos aire que los helados industriales, lo que les da una sensación más rica en el paladar», ha señalado María.
Son pocas las heladerías de la ciudad que gozan de tener el prestigio de heladería artesanal, en la ciudad tan solo hay una, aunque, también hay que señalar que la elaboración es sencilla y se puede realizar en casa, así, cada uno se asegura de que tener el helado que más le gusta, además de poder añadirle lo que quiera, y a un precio más que asequible.
En las famosas heladerías de la Plaza Mayor, no tienen duda, el más solicitado es el de nata, la gente lo prefiere porque es la base de todos los helados, según esté de bueno el helado de nata, así estarán los demás.
En la Plaza Mayor se puede encontrar el combinado de dos bolas en cono por 6,10 euros, y en la Plaza del Poeta Iglesias, el cono mediano con dos bolas se encuentra por 3,90 euros, apenas 50 metros de distancia para una gran diferencia.
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