Ricardo Rivero, rector de la Universidad de Salamanca: “Que no haya una EBAU única es un escándalo”
El responsable del Estudio salmantino considera “injustificable” que el ministro Castells mire hacia otro lado ante los problemas de las universidades
Lunes, 4 de octubre 2021, 22:03
Puntual como de costumbre, el rector Ricardo Rivero recibe a LA GACETA en su despacho para hacer esta entrevista. Es viernes, pero el mandatario de la Universidad de Salamanca no se toma la tarde libre, tiene mucha “labor”, asegura y comenta que también tiene actos en su agenda para el sábado. Ricardo Rivero repasa los principales temas de actualidad a nivel universitario.
–El curso comenzó de forma parecida al año pasado, pero enseguida ha cambiado ¿no?
–Sí, ya desde el mes de julio se podía pronosticar que los avances en la vacunación posibilitarían la vuelta a situaciones más próximas a la normalidad. El inicio en septiembre con la evolución de la situación epidemiológica, que se ha desplomado, en paralelo a una movilidad notable, aconsejaba tomar medidas como las que hemos llevado a cabo en colaboración con los centros tras mi decisión porque la calidad de la educación lo requiere y cuando he preguntado a compañeros y estudiantes, en general creo que lo valoran de forma positiva.
–Los alumnos ya están en las aulas ¿y en los órganos de gobierno se volverá a la presencialidad? Parece que a algunos profesores ahora les da pereza volver a reuniones de forma física.
–Yo he dicho que el siguiente Consejo de Gobierno se celebrará de forma presencial en la Antigua Capilla del Estudio y esa va a ser la tónica a partir de ahora en los órganos de gobierno de la Universidad, en los centrales. Después, las reuniones telemáticas tienen sus ventajas, por ejemplo, en el caso de áreas que están en otros campus. No descarto que esas modalidades semipresenciales puedan ser idóneas, aunque en los órganos de gobierno vamos a optar por la presencialidad.
–Parece que el vicepresidente de la Junta ya está pensando en retirar la obligatoriedad de la mascarilla en espacios cerrados, ¿qué le parece?
–Sanidad es quien debe valorar esas decisiones, lo que haga Sanidad con carácter general, yo como ciudadano lo aplicaré. Pienso que debemos mantener la atención, pero no condicionar nuestras vidas por el temor.
–¿A qué cree que se debe el importante aumento en las matriculaciones?
–La apuesta por la presencialidad el año pasado ha influido, porque los estudiantes no se han sentido decepcionados como sí ha podido ocurrir en lugares donde estuvieron todo el curso en modo telemático, pero la verdadera explicación es el excelente trabajo de la plantilla, que ha sido capaz de seguir prestando el servicio público de educación superior en condiciones tan exigentes como las del curso pasado y lo ha hecho con un ministro diciendo que nos fuéramos a casa y muchas autoridades que no parecían preocuparse de los efectos sobre la educación del modelo elegido. La verdad es que Castilla y León, a partir del modelo de Salamanca, que fue el modelo de referencia, ha conseguido resultados sobresalientes y eso explica el crecimiento.
–¿El crecimiento ha llegado también a Béjar, Ávila y Zamora?
–A Zamora sí y Béjar y Ávila no han perdido estudiantes, el hecho de que se mantenga la matrícula en años tan complicados es prometedor. En conjunto, la Universidad de Salamanca ha conseguido pasar de una tendencia de pérdida de estudiantes que había hace cuatro años, pérdida de profesorado y pérdida de indicadores a una tendencia de incremento de estudiantes, renovación generacional de la plantilla y mejora de indicadores.
–En doctorado es evidente que la buena situación de la pandemia ayuda a que vuelvan los alumnos iberoamericanos que tanto peso tienen en este tipo de titulaciones ¿no?
–Sí, aunque aún hay muchos problemas porque la administración española en el exterior ha retrasado demasiado la concesión de los visados y la apertura de fronteras con Iberoamérica está siendo muy lenta.
–¿Se les vacunará?
–Vienen vacunados. Muchos profesionales iberoamericanos se han vacunado en Estados Unidos, principalmente en Miami.
–¿Pasará lo mismo en el tema del español, subirán las cifras?
–Se han puesto las bases para que eso ocurra. La dependencia de Estado Unidos y China, que son los dos países que más han cerrado sus fronteras, provocó el descenso del verano pasado que todavía se ha proyectado en este, pero a partir de 2022 la vuelta se va a producir con mucha energía. Tenemos congresos importantes de asociaciones de profesores de español y visitas institucionales importantes en las próximas semanas y eso propiciará que se recupere la llegada de estudiantes de español.
–Lo que no ayuda en la captación de alumnos es el sistema de asignación de plazas. Enfermería y Medicina terminan de matricular casi un mes después de comenzar las clases.
–Que no haya EBAU única es un escándalo y genera muchas distorsiones del sistema. Es injustificable que el Ministerio mire hacia otro lado porque la coordinación en la igualdad de oportunidades en el acceso a la educación superior es una competencia del Estado y la competencia debería de ser irrenunciable. Yo tengo mis competencias y mis funciones y las ejerzo, a veces tengo que tomar decisiones complicadas y que suponen un ejercicio de responsabilidad, pero yo no dejo de ejercer mis competencias por ello y aquí, sin embargo, tenemos un problema de coordinación del sistema que no quieren arreglar desde Madrid.
–El ministro Manuel Castells siempre desaparece cuando hay un problema. Lo ha vuelto a hacer con el tema de la presencialidad.
–El Ministerio de Universidades no ha tocado un documento que está absolutamente obsoleto, que dejó caer a finales de julio, es decir, el documento del Ministerio sobre la gestión de la situación covid en las universidades es un esperpento, tenemos un buen número de universidades que han optado por el modelo que también ha optado Salamanca de presencialidad, pero uno ve el documento del Ministerio y no tiene nada que ver con la realidad universitaria, así que creo que no exagero al decir que es un espertento.
–¿Se autorizará la celebración de las fiestas patronales de los centros?
–Este año no puede ser como el pasado, sería injusto criminalizar a los estudiantes. Yo el año pasado demostré rigor y exigencia con el comportamiento adecuado, porque las circunstancias lo requerían, pero en los años anteriores no adopté la misma actitud. En un año de recuperación de la normalidad, no debemos tolerar conductas irresponsables, pero debemos evitar criminalizar a los estudiantes porque ellos también se han sacrificado. Vamos a estar pendientes, como con las novatadas, y estaremos en comunicación con los centros.
–En la apertura del curso reclamó al presidente de la Junta que cumpla sus compromisos de financiación, ¿de cuánto dinero más está hablando?
–La Universidad de Salamanca necesita, y estoy seguro que el presidente de la Junta será empático, un incremento del techo de gasto del capítulo 1 de en torno al 15% porque la Universidad de Salamanca está infrafinanciada y es un hecho comparable con cualquier universidad del sistema. Tenemos 4.000 estudiantes más que la segunda universidad por tamaño en Castilla y León y estamos 400 puestos por encima en el ranking ARWU, pero tenemos menos nominativa, esto no se explica. Yo defendí el día de la inauguración del curso una inversión mayor en educación superior en la Comunidad Autónoma, pero defiendo que no sea sobre la única base de lo que ahora tienen las cuatro universidades públicas, sino que se deben utilizar indicadores objetivos de dimensiones reales de comunidad universitaria y de rendimiento investigador, que es lo que la Junta dijo en su momento.
–¿Se sienten menospreciados?
–No, la relación con la Junta de Castilla y León durante todo este periodo ha sido de colaboración, todas las iniciativas presentadas por la Universidad de Salamanca hasta el momento han sido apoyadas. La consejera de Educación es responsable, profesional y respetuosa de la autonomía universitaria y he encontrado en los responsables de la Consejería interlocutoras muy respetuosas de la Universidad. En esta reivindicación de la inauguración del curso no dije nada nuevo, mi voz fue más alta y clara porque no quiero que siga esa tendencia a compensar a todos por igual.
–¿Ha conseguido el apoyo de la Junta para la Facultad de Ciencias Agrarias y Ambientales?
–Sí, tengo que dar las gracias al Ayuntamiento, a la Diputación de Salamanca y a la Junta por apoyar el Campus Agroambiental.
–Respecto a las nuevas normativas nacionales, ¿qué le parece que un estudiante de grado pueda iniciar un máster sin haber completado el grado?
–El riesgo que tiene es que no lo termine nunca, debería exigirse al menos una declaración responsable de que si no tiene el grado, pierde todos los derechos.
–De acuerdo a otra norma de Castells tienen que solucionar el problema del grado de tres años en Estudios Globales.
–Ese grado es uno de los mejores que hemos aprobado recientemente, en inglés y con unos estudiantes de altas capacidades, y la Universidad va a apoyar todas las iniciativas del grado de Estudios Globales para demostrar que es una titulación excelente. Por supuesto, todos los alumnos que se titulen ahora, en tres años, tendrán los mismos derechos que los que se titulen después, cuando lo transformaremos en un grado de cuatro años.
–Ahora Castells ya ha dicho que va a cambiar el anteproyecto de ley para lograr un mayor consenso. ¿Qué tiene que cambiar sí o sí de la ley?
–Para empezar, tendría que consensuarlo con la oposición porque la universidad es un tema, como la educación en general, suficientemente importante como para intentar conseguir un consenso nacional, y no sé si se ha hecho algún esfuerzo en esa línea. Y después Castells debería, además, de rectificar cuestiones que son errores graves de bulto del texto, repensar las prioridades del texto porque hay sectores completos de la universidad que están completamente olvidados, hay un descuido del principio de mérito y un condicionamiento excesivo de la gestión de la captación y retención de talento en las universidades. Las prioridades están desenfocadas porque se le da demasiado énfasis a cuestiones que ya se están haciendo y que no son el objetivo principal de la institución. Yo creía que mi opinión era singular, pero cuando he podido compartir con otros rectores veo que no es así.
–Algunos rectores dicen que las líneas rojas son: ni plazas fijas para asociados ni profesores titulares gobernando ¿lo comparte?
–Esto es una contaminación que interesa al Ministerio para que los rectores parezcamos antipáticos. Para mí ese tema es una cuestión de cuarto plano, el gran error de la “ley Castells” es que no aspira a mejorar la educación superior, que sea un lugar donde el principio de mérito forme los profesionales excelentes más capaces. Además, está descoordinado con el proyecto de la Ley de la Ciencia y, como administrativista, creo que lesiona la autonomía universitaria.
–Otra de las normativas establece que los alumnos con beca podrán mantener la ayuda aunque cometan fraude, ¿qué opina?
–El fraude académico debe ser sancionado en todo caso, lo que ocurre es que parece que al señor Castells las medidas disciplinarias no le gustan porque cree que eso es autoritario, yo tengo una forma de pensar diferente.
–¿Está a favor o en contra de los exámenes de recuperación?
–Hay un debate ideológico perverso en este momento sobre el principio de mérito basándose en lo que sucede en Estados Unidos, pero en España la situación es totalmente distinta porque aquí las universidades son ascensores sociales. Esa idea de que hay que permitir que todo el mundo pase sin esfuerzo es una devaluación del principio de mérito y no es una buena idea.