«Casi todas las renuncias vienen porque los herederos no conocen bien el patrimonio del difunto y temen que haya deudas»

Decano del Colegio Notarial de Castilla y León, Leopoldo Martínez de Salinas cree que el incremento paulatino de los testamentos en Salamanca «no es suficiente» y califica como «bastante considerable» el porcentaje de renuncias a herencias, que en Salamanca se situó en 2024 en el 12 % sobre el total de procesos testamentarios.

Salamanca registró en 2024 un total de 420 renuncias, frente a 2.998 adjudicaciones de herencias. Eso indica que el porcentaje de renuncias es del 12 %. ¿No es muy elevado?

—Es bastante elevado, pues pensar que se renuncia a una de cada diez herencias es un número considerable.

¿Cuáles son los motivos que llevan a los herederos a rechazar un herencia?

—Casi el cien por cien se trata de situaciones en las que los herederos no conocen bien el patrimonio del difunto y tienen el temor de que haya deudas que no se conocen o que sí se conocen. Por tanto, las deudas suelen ser el motivo por el que tiene lugar la renuncia.

Dado que en Castilla yLeón no hay impuesto de sucesiones, la renuncia tendría que obedecer a que las herencias son muy sustanciosas.

—Aunque las herencias sean muy sustanciosas y el impuesto sea grande, siempre queda algo. Por tanto, todo eso creo que forma parte de una especie de mito, aunque pudiera haber algún caso particular que podría considerarse.

¿Cuál es hoy en día el perfil de las personas que hacen testamento?

—Hay un poco de todo, pero suelen ser, generalmente, personas de edad media y avanzada. Pongamos que a partir de los 50 años, cuando la vida ya está estabilizada, los hijos son mayores y uno, si se me permite la expresión, ya ve las barbas del demonio detrás.

¿Se encuentran con muchos casos en los que no existe testamento?

—Sí. El testamento es una práctica que no ha calado suficientemente.

¿Existe alguna estadística que recoja el porcentaje de los fallecidos que han testado y que no?

—Es difícil de establecer ese porcentaje. Desde la experiencia de un despacho es muy difícil hacer estadísticas. Tiempo atrás no se tenía conocimiento, como ahora, de lo bueno que es hacer testamento. Ahora mismo son más los testamentos que los casos intestato.

¿La falta de testamento complica el reparto de la herencia?

—El reparto, no. La ley es la que dice que habiendo hijos éstos son herederos a partes iguales, que por lo general también es lo que se recoge en los testamentos.

Entonces, ¿por qué conviene hacer testamento?

—Porque de esta forma una persona diseña su sucesión de manera que se ajusta más a la situación familiar, a los deseos y dentro de los márgenes que la ley permite. Y si no hay testamento, la ley es la que dice que los herederos recibirán a partes iguales. Y si no hay hijos, los padres; y si no, los hermanos colaterales.

¿Se está notando un incremento de testamentos entre la gente joven?

—No, no es tan frecuente. A veces, en situaciones de familias desestructuradas, parejas divorciadas o separadas, diríamos que hay un mayor interés en dejar las cosas claras.

En comunidades como Cataluña se ha notado un incremento de las mascotas como beneficiarios en los testamentos. ¿En Salamanca y Castilla yLeón se da también esta tendencia?

—No, para nada. Yo no sé si me he encontrado con algún caso. Y si los hay son completamente excepcionales.

Muchos se preguntarán qué pasa con una herencia cuando los herederos renuncian a ella.

—El hueco se cubre, ya sea por los otros herederos o por los descendientes de los que han renunciado. Y en el caso de que renuncien todos, en ultimísima instancia pasa a la administración pública, a la comunidad autónoma o al Estado, dependiendo de cada momento. Lo que hay que tener en cuenta es que el hueco que deja un heredero siempre se llena, ya sea con el resto de herederos o en última instancia con la administración.

¿Y si hay mucha deuda por medio?

—La administración acepta, y lo hace a beneficio de inventario, es decir, solo tendría que responder de las deudas de las persona fallecida hasta donde alcance el valor de los bienes hereditarios.

¿Qué pasa con el resto de la deuda?

—Se pierde. Se pagarían las deudas con la base de la herencia en función a una graduación de los acreedores. Y hasta donde alcance. Si queda pendiente algo, quedaría eliminado.

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