Quejas de los vecinos del paseo de la Estación por las colonias felinas: «Siguen naciendo gatos»

A pesar de que los entornos del río Tormes han sido los lugares más comunes en los que las colonias de gatos callejeros se han albergado, estos animales también han decidido refugiarse en algunas zonas del centro de la ciudad. El Palacete ubicado en el paseo de la Estación hospeda a gatos callejeros desde hace años, algo que ha levantado quejas entre algunos de los vecinos de la zona.

«La situación de los gatos parece que está descontrolada. El pasado martes conté entorno a doce gatos en los alrededores del Palacete, muchos de ellos pequeños, por lo que parece que la situación no está controlada», argumenta uno de los vecinos de la zona.

Otra de las vecinas del paseo explica que «en mis más de 40 años viviendo en este barrio, siempre he visto gatos. Es cierto que sabemos que están en el Palacete, que está poco cuidado, y suelen salir por las noches a las calles de por aquí. A mí personalmente no me molestan».

A pesar de ello reconoce que la situación parece un poco dispar entre algunos residentes de esta zona. Entre los vecinos hay quienes les dan de comer y beber a estos gatos, despertando las quejas de aquellos que afirman que este tipo de actos puede atraer a más gatos aún.

«Sí que es verdad que los gatos no molestan, pero habría que castrarlos a todos, porque sí es verdad que se siguen viendo gatitos pequeños, por lo que siguen naciendo», afirma la dueña de un negocio de la zona.

Debido a que este problema se está acrecentando a nivel nacional, la Dirección General de Derechos de los Animales ha publicado una guía para ayudar a gestionar a las colonias felinas, creando así al mediador entre gatos y vecinos, una figura que debería estar presente en todas las localidades.

Desde el Ayuntamiento de Salamanca afirman que las colonias de gatos en Salamanca están controladas, con trabajos de desparasitación y de esterilización siguiendo el protocolo, además de encargarse de las personas que alimentan a estos animales. Según fuentes del consistorio, «no hay ningún riesgo de seguridad pública».

A pesar de no contar con la reciente figura del mediador entre gatos y vecinos, sí que cuentan con gestores y alimentadores que tienen la tarea de desempeñar con especial cuidado y atención la supervisión de los miembros de la colonia, prestando especial atención a la aparición de nuevos miembros.

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