Paul Rudd lidera al nuevo equipo de Cazafantasmas

Uno de los títulos que marcó los años 80 fue sin duda Cazafantasmas. Este clásico de la ciencia ficción arrasó en la taquilla de todo el mundo, convirtió en un hit la canción de Ray Parker Jr. (Ghostbusters) y dio lugar a secuelas muy separadas en el tiempo. Después de los dos primeros filmes (1984 y 89), no hubo ninguna continuación hasta 2016, con una versión femenina que no convenció. En 2021 llegó el siguiente intento. Lo dirigió Jason Reitman, hijo del mítico creador de la original, Ivan Reitman, y por su parte realizador de Up in the air o Juno. Y esa vez sí dio con la tecla. Su mezcla de frescura y nostalgia, sumada a su gran reparto (Paul Rudd, de Ant-Man, Finn Wolfhard, de Stranger Things, o Carrie Coon, de The Leftovers), dejaron buen sabor de boca y propiciaron que apenas dos años después llegue la quinta entrega de la saga. Se titula Cazafantasmas: imperio helado, y detrás de la cámara encontramos a Gil Kenan, coguionista de la anterior y director de la magistral Monster House (2006). Del guión se sigue ocupando Reitman, que tras la muerte de su padre en 2022 prefirió esas tareas que la dirección. La película llega a la cartelera de Cines Van Dyck y Van Dyck Tormes este fin de semana.

En el capítulo anterior, una madre soltera y sus dos hijos se mudaban a Oklahoma y encontraban artilugios extraños en la granja de su abuelo. Éste resultó ser Egon Spengler (el fallecido Harold Ramis), y esos gadgets, bien usados, los protegerían de peligros sobrenaturales. Esta secuela retorna a Nueva York, la ciudad original, lo que puede interpretarse como una declaración de intenciones: la saga abraza abiertamente la memoria. Se suceden los guiños y homenajes, como por ejemplo la sede, que vuelve a ser la vieja estación de bomberos de siempre; también reaparecen los míticos trajes y mochilas de protones, incluso fantasmas muy queridos por los fans, como Moquete. Y al nuevo equipo -esa familia desestructurada con Rudd a la cabeza- se suman viejos conocidos como Bill Murray, Ernie Hudson y Dan Aykroyd. El director lo explicaba así en rueda de prensa: «En un momento mundial tan impredecible, con tanta gente pasándolo mal, reconforta aferrarte a la nostalgia como al oso de peluche que tenías de niño». Esto no significa que no haya novedades: unos increíbles efectos especiales, sentido del ritmo y la acción, monstruos terribles y problemas esotéricos, el contrapunto cómico de Kumail Nanjiani (Eternals) y un último tercio que nos sumerge en una oscuridad gélida.

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