«Hay parroquias de la provincia que ingresan al mes solo 30 o 40 euros»

Con el objetivo de que la Eucaristía «no se convierta en una fuente de ingresos», un nuevo decreto firmado en el Vaticano el pasado 13 de abril, recuerda a los sacerdotes de las diferentes parroquias que solo podrán aceptar donativos por una misa cada día. Reciben el nombre de estipendios, y es un dinero que los creyentes ofrecen al párroco por sus intenciones para la misa -funerales, bautizos u otras celebraciones.

Enrique Mora, sacerdote salmantino, explica a este medio cuál es la situación de la provincia charra. «Lo normal es que un sacerdote solo ofreciese una Santa Misa al día, pero hoy las obligaciones y la necesidades es tal que hay que binar y trinar en algunas parroquias». Junto a ello, en la actualidad cada vez hay menos sacerdotes y más demandas pastorales, por lo que «hay curas pueblos de la provincia a los que les toca celebrar un domingo incluso tres misas. No es por gusto, es por necesidad», explica. En este caso, algunos sacerdotes que ofrecen la Eucaristía en varias iglesias de diferentes municipios, utilizan uno de estos estipendios para cubrir gastos derivados del desplazamiento entre pueblos, que en ocasiones se encuentran alejados geográficamente.

No obstante, el espíritu de este nuevo decreto ya estaba recogido en la anterior norma que reflejaba una excepción, el Día de los Difuntos. En esa fecha, el sacerdote podía dedicar hasta tres misas, pero sin embargo solo podía recibir un estipendio. Según esta nueva norma promulgada del Sumo Pontífice, en el caso de que un sacerdote reciba más donativos por otras intenciones ese mismo día, deberá enviarlos a parroquias con menos ingresos o a las misiones. Junto a ello, la nueva norma invita a los obispos a que vigilen a los párrocos de sus iglesias para evitar abusos.

Andrés González, párroco de Villares y vicario de la Pastoral, asegura que lo que recibe por los estipendios en su parroquia pasa automáticamente a los fondos de la misma. «Esto es una práctica que se denomina Comunión de bienes y que ya llevaban a cabo los primeros cristianos. Se trata de compartir las propiedades y posesiones para repartirlas entre los más necesitados y es un modelo de vida que se describe en el libro de Hechos de la Biblia», asegura. Este principio de compartir los beneficios obtenidos con los estipendios con las iglesias más necesitadas le parece una medida justa. Traslada a este medio cuál es la situación de muchos pueblos salmantinos golpeados por el éxodo rural. «Hay parroquias de municipios pequeños y rurales que solo ingresan al mes 30 o 40 euros de las misas y con ese dinero la iglesia tiene afrontar gastos como la luz. Las colectas son muy reducidas», afirma.

Este nuevo decreto busca evitar también que las personas necesitadas, que no pueden ofrecer una contraprestación por la intención de las misas, no se vean privados de la ayuda de los sacramentos.

• Temas
• Vaticano