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Defiende que en Salamanca no existe crisis y asegura que no le consta que varios militantes y cargos hayan escrito una carta quejándose ante Madrid del funcionamiento de la dirección provincial. El presidente provincial de Vox sigue las normas internas a rajatabla y sabe que Vox es una organización jerárquica y quien toma todas las decisiones es Madrid. Incluso es quien elige a los miembros de la dirección en las provincias.
¿Hay crisis interna en Vox Salamanca?
—No considero que haya una crisis interna.
Varios afiliados a Vox, entre ellos cargos públicos, han enviado una carta quejándose de que la dirección de Salamanca no los atiende.
—A mí no me consta, salvo por lo que ha salido publicado en LA GACETA. A mí lo que me costa es que, desde la dirección provincial, y yo personalmente como presidente, coordinando los diferentes equipos que tenemos, estamos trabajando con las indicaciones y los objetivos marcados para la provincia, tanto desde el punto de vista político como desde el punto de vista organizativo interno. Oficialmente a nosotros no nos han trasladado en ese sentido ninguna queja.
¿Y extraoficialmente?
—No, no tengo constancia de esa carta que supuestamente han enviado a la dirección nacional. De lo que tengo constancia es de la confianza que tiene la dirección nacional del partido para seguir trabajando y atendiendo a todos nuestros concejales. Estamos consolidados como tercera fuerza política a nivel nacional, autonómico y provincial también. Y en ese sentido es por donde va nuestro día a día.
¿Tampoco tiene constancia de las críticas que ha hecho en redes sociales el único concejal que tienen en Villares de la Reina, que ha amenazado con dejar el partido y que ha criticado a los cargos puestos a dedo procedentes del PP?
—Yo creo que no son acertadas porque evidentemente se ha dado oportunidad a todos los integrantes del partido, independientemente de la antigüedad con la que militan. Y al final dentro de los procesos electorales que ha habido estos años, la representación institucional que tenemos viene dada no por las decisiones nuestras como formación política, sino por el resultado de unas elecciones y por el apoyo y el respaldo de los votantes. A partir de ahí, en Vox se han ido integrando muchas personas que vienen de diferentes formaciones políticas, no solo del PP como por ejemplo nuestro diputado provincial, sino diferentes alcaldes y concejales de otros partidos como ciudadanos, por ejemplo. Lo único que tengo que reconocer es la valentía que han tenido todas esas personas de dar un paso adelante y apostar por el proyecto político de Vox.
¿Ha dejado el partido el concejal de Villares de la Reina?
—No me consta. Como presidente provincial no tenemos constancia de que haya formalizado ese anuncio que hizo públicamente en sus redes. Todos nuestros afiliados, ya sean cargos electos o no, saben que tienen a su entera disposición el Comité Ejecutivo Provincial, y a mí personalmente como presidente provincial, para poder transmitir las diferencias, las discrepancias o las críticas con intención, lógicamente, de solucionarlo.
Se quejan también de que los ediles de Vox en Sotoserrano no se sintieron apoyados cuando pusieron la moción de censura contra el alcalde socialista con el que estaban gobernando.
—El día de la moción de censura, a mí me consta que estuvieron el diputado provincial y mi compañero en Cortes, que forma parte del Comité Ejecutivo provincial. Y no es verdad que Vox estuviera gobernando con el PSOE.
El exalcalde iba en las listas del PSOE
—Sí, pero renunció a representar al PSOE y se pasó a independiente. Nosotros en ningún momento hemos mantenido una coalición o un acuerdo con el Partido Socialista, ni en Sotoserrano ni en ningún otro municipio.
¿Pero usted como presidente de Vox apoyó o no apoyó la moción de censura de Sotoserrano?
—Vox está en Sotoserrano, como en cualquier municipio, para solucionar los problemas que tiene la ciudadanía a través de los representantes que tenemos en cada institución y en cada ayuntamiento.
No me ha contestado: ¿Vox apoyó la moción o no?
—En Sotoserrano había un problema y había que solucionarlo.
¿Apoya al actual alcalde que no estaba de acuerdo con el contrato de arrendamiento del coto de caza por unos 2.500 euros al año?
—Lo que interesa es trabajar por los ciudadanos del municipio.
Luego, entiendo que la dirección de Vox no estaba de acuerdo con la moción de censura.
—No, tampoco es esa la respuesta. No entiendo qué problema hay. Como presidente no tengo constancia real de que el problema haya sido el coto de caza, cuando es público que había presión social contra el anterior alcalde y que no había presupuestos.
En julio Vox salió precipitadamente del Gobierno de coalición en la Junta de Castilla y León. ¿Entendió la decisión, porque solo unos días antes usted, como portavoz, había alabado el funcionamiento del pacto?
—La entendí perfectamente. Y es cierto que nosotros hasta los días antes habíamos dicho que los resultados de la coalición eran buenos por lo que habíamos conseguido en los últimos años en Castilla y León. Se estaba trabajando en positivo y además con unos resultados creo que bastante aceptables, como no habíamos tenido nunca en un periodo tan corto.
Si los resultados eran positivos y el número de menores no acompañados que se iban a acoger era el mismo que el año anterior, ¿cuál era la diferencia?
—Nosotros durante estos casi dos años y medio en los que hemos estado formado parte del Gobierno de la Junta de Castilla y León hemos tenido paciencia infinita con el Partido Popular.
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