La segunda Nochevieja sin campanadas en la Plaza Mayor desde 1998
Este fin de año los salmantinos no podrán comerse las uvas entre el bullicio de la Plaza Mayor, al igual que ocurrió en 1998 cuando una espectacular nevada paralizó la ciudad
Lunes, 21 de diciembre 2020, 18:12
Una Plaza Mayor abarrotada por miles de personas. Esta fue la imagen del año pasado durante la Nochevieja ‘clásica’ para despedir el 2019. Imagen que definitivamente no se repetirá el próximo 31 de diciembre, por muchas ganas que tengamos de decir adiós a este negro 2020. Así lo ha confirmado esta misma semana el vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea: “No se pueden organizar actos para festejar las doce campanadas en espacios públicos”, sentenció. Una circunstancia inédita en Salamanca, que tras haber visto cancelada la Nochevieja universitaria por segunda vez en 20 años -la primera fue en 2009 por desavenencias entre la empresa organizadora y el Ayuntamiento de entonces-, también se quedará sin las clásicas campanadas de Fin de Año.
Para encontrar una situación similar hay que remontarse a la Nochevieja de 1998 —hace 22 años—, cuando una monumental nevada dejó prácticamente colapsada la capital e impidió la celebración de las campanadas. Tal y como recuerdan muchos de los que vivieron esa Nochevieja, las campanadas se siguieron a través del transistor ante los problemas de luz que sufrieron numerosos hogares. Algunos cotillones -los que sí se pudieron celebrar-, lo hicieron a la luz de las velas y muchos valientes vieron cómo sus coches patinaban en la Gran Vía salmantina.
La copiosa nevada -la más importante en las últimas décadas- dejó varios barrios de Salamanca sin luz después de que la red eléctrica de la zona norte se viera afectada por el temporal. Los vecinos de las avenidas de Federico Anaya, Portugal y la calle Van Dyck fueron los más damnificados por dicha situación. Como consecuencia, solo unos pocos se atrevieron a caminar vestidos de gala por los adoquines de una ciudad que ese año se vistió con un ‘traje’ bien distinto: sin multitudes y cubierta por un denso manto blanco.
La provincia tampoco se libró. En casi todas las carreteras salmantinas era imposible circular sin cadenas y, en algún caso, como la calzada de la Peña de Francia se cortó al tráfico.
Desde entonces los salmantinos no se han vuelto a quedar sin su tradicional noche de Fin de Año en el ágora. Hasta 2013, cuando una avería en el reloj del Ayuntamiento casi agua la fiesta a los miles de charros reunidos en la Plaza Mayor. Pero la Policía Local ejerció como salvadora. Las campanadas sonaron a través de la megafonía de un coche de los agentes municipales que, sintonizando una emisora de radio, sustituyeron al reloj del Consistorio y, Salamanca despidió el 2013 comiéndose las 12 uvas, como manda la tradición.
2020 no será así. La Plaza Mayor tendrá que esperar hasta la Nochevieja de 2021.