Estas son las zonas vedadas al vuelo de drones en la provincia de Salamanca
Los entornos de aeródromos de El Maíllo, El Bodón, Guadramiro y Calzada, zonas restringidas | El espacio aéreo supervisado por Matacán, el más amplio, llega hasta la ciudad
Miércoles, 5 de febrero 2020, 20:52
Un simple dron puede poner en peligro la seguridad aérea y paralizar cientos de vuelos como sucedió este 3 de febrero en el aeropuerto de Adolfo Suárez Madrid-Barajas. Volar drones en las proximidades de un aeropuerto es una infracción “grave” cuyas sanciones pueden alcanzar los 90.000 euros.
Enaire, el gestor de la navegación aérea en España, tiene establecidas en su web cinco áreas en la provincia de Salamanca donde está prohibido volar drones, ni para uso profesional ni recreativo, sólo salvo si se hace en coordinación con el aeródromo. Los entornos (8 kilómetros a la redonda) de las bases áreas de El Bodón y El Maíllo en el suroeste de la provincia, del helipuerto de Guadramiro (junto a Vitigudino) y del aeródromo de Calzada de Valdunciel están vetadas para volar drones. La zona prohibida más extensa es la que rodea a la Base militar y aeropuerto de Matacán que llega a englobar toda la zona este de Salamanca capital hasta Villoria, Terradillos y Pitiegua, ya que se trata del espacio aéreo supervisado por la torre de control de la base.
No se permite el vuelo a drones en la Plaza Mayor, plaza Anaya o Casa de las Conchas, excepto si se coordina con Matacán
En la ciudad, los drones sí pueden sobrevolar la zona oeste que ocupa los barrios del Oeste, Vidal, Capuchinos, Huerta Otea, Tejares, Chamberí, La Vega, El Zurgén, Teso de la Feria, Vistahermosa, San Bernardo, Hospitales, San Vicente, plaza de la Fuente y buena parte de Carmelitas. En el casco antiguo la zona vetada a drones que se extiende desde Matacán alcanza a la Plaza Mayor, la Casa de las Conchas y la plaza de Anaya, no así a la Universidad ni al Puente Romano.
El uso de los drones como hobby se ha popularizado entre la población, sobre todo desde que se han puesto a la venta aparatos de menos de 250 gramos que se pueden comprar por unos 450 euros y que tienen menos restricciones para volar en zonas pobladas por ser muy ligeros e inofensivos. No es necesaria ninguna licencia para vuelos recreativos de drones (sí para uso profesional), aunque se debe saber volar de forma segura.
La Agencia Estatal de Seguridad Aérea recuerda que para volar un dron de forma recreativa siempre hay que tenerlo a la vista, no más lejos de 500 metros, en condiciones de buena visibilidad. Se puede volar de noche, con luces, siempre que el dron pese menos de 2 kilos y vuele por debajo de 50 metros. Si el aparato pesa menos de 250 gramos, la altura máxima será de 20 metros. Asimismo, se puede manejar un dron de menos de 2 kilos en parques y zonas urbanas despejadas a una altura máxima de 50 metros. Si el aparato pilotado a distancia pesa menos de 250 gramos, puede volar además en ciudades y sobre personas a una altura máxima de 20 metros, eso sí, con cuidado de no molestar a nadie y evitar causar daños.