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Los 28 centros educativos de Salamanca pertenecientes a Escuelas Católicas Castilla y León han comenzado el curso escolar 2023-2024 con 15.000 alumnos y 1.450 profesionales en sus aulas. La cifra de alumnos ha disminuido un 0,2% con respecto al curso anterior, aunque el descenso se modera con la llegada de alumnos a la nueva etapa gratuita de Infantil 1-3 años. Así, la educación concertada de Escuelas Católicas en Salamanca cuenta en este curso con una representatividad del 32% del alumnado total.
En Castilla y León son 98.000 los alumnos de centros de Escuelas Católicas Castilla y León. Las familias de la comunidad vuelven a confiar en el proyecto educativo común, de calidad, valores e innovador que ofrecen los 174 centros escolares pertenecientes a la red de educación concertada católica. Los alumnos se reparten en 4.338 unidades, con 9.329 profesionales y una representatividad del 28% del total del alumnado de la comunidad.
Para la patronal, el curso estará marcado de nuevo por la incertidumbre en la implementación de la nueva ley educativa, LOMLOE, agravada con un gobierno todavía en funciones, la subida de precios, la inflación y la baja natalidad que afecta a Castilla y León.
«Comenzamos con estabilidad en número de alumnos y unidades concertadas pese a la situación demográfica que atravesamos en la región», ha explicado Leandro Roldán Maza, secretario autonómico de Escuelas Católicas Castilla y León, durante la presentación del curso en Salamanca. «Este año comienzan en Infantil los niños nacidos durante la pandemia, y los datos de aquel momento fueron negativos. Por eso prevemos un ligero descenso del 0,2% en alumnado de etapas concertadas, que se equilibra con los nuevos alumnos del primer ciclo de Infantil, unos 2.200 en los centros de Escuelas Católicas», comentó. Por todo esto, la previsión del número de alumnos total en aulas de Escuelas Católicas este curso es de un 0,2% menos que el curso anterior. «Cifra positiva en una situación demográfica muy complicada», valoró Leandro Roldán.
Esa progresiva pérdida de alumnos que Castilla y León sufre desde hace cursos se ve aliviada por el aumento de unidades y alumnos que se produce por la ampliación de la gratuidad de aulas de Infantil de 1-2 años, que se suma a la de 2-3 años que comenzó el curso anterior y que el próximo se completará con alumnos de 0-1 años. «Es una apuesta de la Junta de Castilla y León que beneficia a las familias y que sirve para avanzar en conciliación familiar y en la ampliación de la libertad de elección de centros ya que las familias que eligen colegios de Escuelas Católicas podrán también beneficiarse de esta gratuidad, evitando agravios comparativos. Queremos que esta etapa, al igual que Bachillerato, pueda convertirse en un futuro en una concertación plena que ayude a todas las familias, para que cualquiera pueda acudir al centro que desee», subrayó Leandro Roldán. Serán 76 centros de Escuelas Católicas los que ofrecerán este nivel educativo adhiriéndose al programa de subvenciones ofrecido por la Junta de Castilla y León. Representan el 12% de los centros que ofrecen estos dos cursos, 76 de 624. Tendrán 198 unidades con unos 2.200 alumnos en sus aulas. En Salamanca son 10 centros, con 26 unidades y una estimación de unos 350 alumnos.
Otro de los desafíos del curso será la implantación total de la LOMLOE. «Una ley que se impuso sin consenso ni negociación, y que se introduce plenamente ya», comentó Leandro Roldán. En Castilla y León la elección de centro está garantizada, pero la LOMLOE «limita la libertad de elección de las familias y discrimina a la enseñanza concertada», dijo.
«Está costando mucho su incorporación, con mucho trabajo y grandes cambios en programaciones, evaluación y trabajo burocrático para docentes y centros. Se requiere más tiempo para que una ley con un peso pedagógico tan grande vaya asentándose», afirmó el secretario autonómico. «Desde Escuelas Católicas pedimos reiteradamente un pacto educativo entre todos los actores del sector que permita de forma consensuada futuras transformaciones del sistema educativo sin depender de los cambios de gobierno».
Otra gran amenaza será hacer frente a la inflación y los altos precios. «La enseñanza concertada tiene que lidiar con los efectos desastrosos de la subida de los precios, como los de la energía, y de una inflación imparable que repercute en la situación económica de los colegios y también de las familias, con un aumento de costes de los diferentes materiales, libros y de los servicios escolares: comedor, transporte, material escolar, actividades complementarias o extraescolares».
«Habrá sobrecostes que sufrirán familias y centros y más teniendo en cuenta que el módulo de conciertos sigue siendo insuficiente para contrarrestar esta inflación. Será un curso de nuevo muy preocupante en este sentido, y ya venimos de tres cursos muy duros. Por eso se hace más necesario que nunca el aumento de la partida de Otros Gastos (que se destina al pago del personal no docente, al equipamiento necesario para la labor educativa y al mantenimiento del centro: luz, calefacción, reparaciones ordinarias…), una partida que sigue siendo insuficiente en Castilla y León ya que los costes reales del funcionamiento de un centro educativo son ahora mucho más deficitarios», explicó el secretario autonómico de la patronal de centros católicos de la enseñanza concertada.
«En mayo se inició una comisión para el estudio del coste real del puesto escolar, pero no sabemos nada de ese trabajo y con los cambios de gobierno peligra su desarrollo», dijo Leandro Roldán. «Insistimos en que se debe realizar a nivel nacional para poder ajustar los módulos económicos al coste real del puesto escolar. A día de hoy siguen siendo muy insuficientes, por debajo del 30%, y sufrimos por eso una infrafinanciación en la concertada muy peligrosa ya que se ha agravado con la crisis y la subida de la inflación», subrayó.
Será un curso de despliegue de la nueva ley de Formación Profesional, matizada en el Real Decreto publicado en julio. Una ley que reordena completamente el sistema de Formación Profesional, integrando los dos sistemas que había hasta ahora: el educativo y el de formación para el empleo, que sería imposible llevar a cabo sin una estrecha colaboración público/privada y sin la experiencia, recursos y profesionalidad de nuestros centros.
A pesar de esto, la apuesta administrativa llega a cuentagotas a la concertada. Este curso Escuelas Católicas crece, tan solo, en 6 unidades en Castilla y León. «Se hace necesario un mayor peso específico y un progresivo aumento de la oferta de FP concertada en Castilla y León. Son muchos los títulos autorizados, muchos de ellos a nivel privado, que tienen demanda y que no están implantados en la red pública, y es necesario hacer un esfuerzo por aumentar la concertación de esos estudios», concluyó Leandro Roldán.
Una novedad más será la mejora de la dotación horaria para el desarrollo de la orientación en centros concertados. Una decisión de la administración que «demuestra así su esfuerzo por mejorar las condiciones de la educación concertada» y hace posible que se pueda llevar a cabo el Plan de Salud Mental anunciado en marzo por el Presidente de la Junta y que permitirá labores de prevención y detección de situaciones de riesgo en el alumnado.
Este curso también reanudamos nuestro tradicional Congreso de Innovación Educativa, bajo el título «La Educación del Futuro. Afrontando el Desafío», que tendrá lugar el 10 de noviembre de 2023, en la Feria de Valladolid. El objetivo principal es abordar los desafíos actuales y futuros de la educación, particularmente en el contexto de los avances tecnológicos y la creciente importancia de la inteligencia artificial.
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