Empleo alerta de la crisis de profesionales de Salamanca por los 'trabajos en B'

Camareros, vendedores en tiendas, cocineros, fontaneros, conductores de camiones, electricistas, programadores informáticos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, peones ganaderos y agropecuarios, médicos especialistas, albañiles, soldadores, oxicortadores, instaladores de cerramientos metálicos y carpinteros metálicos. Son las ocupaciones cuyas vacantes resultan más difíciles de cubrir para las empresas de Salamanca, según el último informe anual del Observatorio de la Ocupaciones del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

El organismo público reconoce la paradoja que denuncian desde hace varios años los empresarios: «Habiendo un paro estructural y coyuntural elevado en nuestra provincia y en nuestro país, muchas de las ocupaciones ofertadas se quedan sin cubrir o, al menos, muestran mucha dificultad en su cobertura». Tras las encuestas realizadas a expertos de la provincia en los diferentes sectores, el SEPE concluye que los puestos de difícil cobertura lo son por «las malas condiciones laborales de puestos que requieren un gran trabajo físico o intelectual y que o bien no están suficientemente remunerados o bien los horarios y otras condiciones laborales son incompatibles con la conciliación familiar», algo que ocurriría con los trabajadores de las residencias y del sector informático. El otro motivo es que, como pasaría con los oficiales de construcción, albañiles, agricultores y electricistas, los candidatos «no tienen las competencias técnicas necesarias». El problema es, según subraya el informe anual del mercado de trabajo de Salamanca de 2025 —con datos del pasado año—, que, por un lado, no hay maestros para este tipo de oficios y, por otro, «la economía sumergida, que provoca que muchos de estos profesionales no estén integrados en un mercado laboral regulado».

«Es un síntoma de que algo no va bien», incide el SEPE en este documento de análisis centrando en Salamanca, que alude a que «puede haber desmotivación entre los jóvenes a la hora de trabajar en determinadas ocupaciones y solo si las condiciones laborales son buenas o su necesidad de encontrar trabajo es alta, trabajarían en ellas».

Pero, ¿qué ofrece el mercado laboral de la provincia? En 2024, uno de cada cinco contratos laborales que se firmaron en Salamanca fueron de camarero asalariado. Concretamente fueron 17.045 los firmados para esta ocupación, lo que supone que de media al día se rubricaron 47 —eso sí, son trece menos por jornada que en 2023—. Lógicamente su duración fue, en muchos casos, mínima, en ocasiones de solo unas horas, ya que, de no ser así, se habría acabado con el paro de la provincia. De hecho, este es uno de los trabajos con un mayor índice de rotación —al menos dos contratos por persona— y con una escasa estabilidad —solo el 38% son indefinidos—.

En la provincia son diez las ocupaciones que acaparan la mitad de las contrataciones. Además de camarero, estaría el personal de limpieza, los vendedores en tiendas, cocineros y sus ayudantes, peones de industria manufacturera, monitores de ocio, compositores y músicos, y los cuidadores en servicios de salud. No son precisamente los empleos más estables. Si lo que se busca es mayor estabilidad, la mayor ratio de indefinidos está entre los técnicos de instalaciones de producción de energía, así como entre los peones de la minería, los analistas y diseñadores de software, vendedores a domicilio, o supervisores de las industrias alimenticias, pero tan solo representan un 0,25% del nuevo empleo.

A pesar de que se podría pensar que cuánto más jóvenes son los trabajadores más empleos físicos ocupan, lo cierto es que es al revés. Según explica el informa del SEPE, en Salamanca a partir de los 45 años aumenta la presencia de empleos físicos como peones de obras públicas (608), de construcción (558) y albañiles (552). La rotación laboral es mayor en los jóvenes, mientras que los mayores de 45 años se concentran más en ocupaciones de estabilidad y experiencia acumulada.

La ocupación para la que se contrata a más parados de baja cualificación es la de limpiador, así como peones de industrias manufactureras. En la cualificación media, predominan los camareros. Entre los que tienen mayor formación, destacan los monitores de actividades recreativas, los compositores y músicos, y los profesores y profesionales de la enseñanza.

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