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Fotografía tomada por el salmantino David Gómez desde la azotea de su vivienda en Los Llanos de Aridane.
El testimonio de salmantinos en La Palma: “Impacta el sonido intenso del río de lava”

El testimonio de salmantinos en La Palma: “Impacta el sonido intenso del río de lava”

En Los Llanos de Aridane, a 5 kilómetros del volcán de La Palma, residen David Gómez y Felipe Ramos, vinculados a Salamanca, que relatan cómo viven el suceso, sin miedo, pero con incertidumbre y tristeza

Martes, 21 de septiembre 2021, 22:26

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El reloj marcaba las once y cuarto de la mañana del domingo cuando David Gómez sintió temblar su vivienda, en la localidad de Los Llanos de Aridane, a tan sólo cinco kilómetros del lugar donde cuatro horas después estalló el volcán de La Palma. “Estaba trabajando en el ordenador y vibró toda la casa, el ordenador, retumbaron las ventanas y se cerró una puerta de un brusco portazo. Salí corriendo a la ventana y vi que la gente estaba en la calle mirando al cielo. El temblor se sintió por toda la localidad”, relata este salmantino, natural de Alba de Tormes y afincado en La Palma desde hace una década donde ejerce como maestro de Primaria y jefe de estudios en un colegio del municipio de Puntagorda, al norte de la isla.

El salmantino David Gómez y la imagen del volcán, de fondo.
El salmantino David Gómez y la imagen del volcán, de fondo.

Desde la azotea de la casa del salmantino, donde acuden vecinos con prismáticos, se contempla a la perfección el espectáculo de la naturaleza, la densa columna de humo y la lava naranja, que ha obligado al desalojo, hasta el momento, de 5.500 personas y arrasa en su paso hacia el mar viviendas, fincas, animales, cultivos y carreteras. “Cuando el volcán explotó a las 15:15 horas, el temblor no fue tan fuerte como el anterior. Pero en la calle se escuchaba a la gente dar voces y ya se veía el humo y la primera lava bajando por la ladera”, relata David Gómez.

“El temblor previo a la explosión del volcán fue muy fuerte. Vibró mi casa y retumbaron las ventanas”

Creo que no habrá víctimas, pero sí daños materiales. Como la isla llevaba 15 días de temblores previos, se esperaba una erupción y se realizó la evacuación rápida de aquellos municipios más próximos y de las personas con movilidad reducida”, explica el profesor salmantino, que está viviendo por primera vez en su vida la experiencia de contemplar la erupción de un volcán de cerca. “La gente comenta que la lava baja a diez metros por minuto pero yo veo que se desplaza muy rápido. Lo que no sabemos es la magnitud, ni el tiempo que estará expulsando magma”, señala sin ocultar su inquietud.

Felipe Ramos, residente en Los Llanos de Aridane.
Felipe Ramos, residente en Los Llanos de Aridane.

También en Los Llanos de Aridane reside Felipe Ramos, concejal de Izquierda Unida en la oposición en dicho municipio y vinculado a Salamanca -donde estudió, trabajó y donde viven amigos y su hermano, profesor de Geografía de la Universidad de Salamanca-. “Tenemos una sensación extraña. Es un fenómeno de la naturaleza que impresiona. Lo vivimos con mucha incertidumbre y preocupación, pero no con miedo”, confiesa Ramos, que recuerda cómo en la memoria viva de los palmeros está la imagen de varias erupciones en 1949, en 1971 y en 2019. “Mi padre, que nació en 1947, tiene una foto de cuando acompañaba a su madre a ver el volcán en erupción y se refugiaba en sus faldas”, rememora Felipe Ramos, para quien ha sido su primera erupción volcánica. “Impresiona mucho verlo. Pese a los kilómetros de diferencia, desde aquí se ve el río de lava y se escucha el sonido muy fuerte, profundo e intenso del magma, que es cómo si estuvieran tirando troncos montaña bajo. En el silencio de la noche, ese ruido impacta. La erupción genera un respeto, ya que estamos ante un fenómeno de la naturaleza excepcional”, manifiesta Felipe Ramos, que describe el sentir de la población.

“Tengo amigos evacuados que no saben si su vivienda va a resistir o no, porque es una incógnita el cauce de la lava”

“Aunque víctimas humanas no ha habido ni va a haber, son muchísimos los daños materiales. Estamos en un sitio relativamente pequeño y todo el mundo tiene familiares, amigos o conocidos que lo están pasando mal. Yo tengo dos amigos que no saben si la vivienda familiar va a resistir o no, porque es una incógnita saber el cauce de la lava. Es un fenómeno imprevisible y genera un daño muy importante a la isla. Aunque el desarrollo de la lava es tranquilo, sin explosiones violentas, la destrucción es muy importante de más de un centenar de viviendas, fincas, agricultura, ganadería y cortes de carreteras”, subraya Ramos, que recuerda la preocupación máxima de aquellas familias que han sido realojadas en viviendas de allegados o en un antiguo cuartel militar.

En ese mismo sentido se pronuncia David Gómez: “El primer día, lo que había era expectación por el espectáculo de la erupción porque era la novedad, pero este lunes el sentir ya se ha tornado a tristeza porque todos conocemos a alguien que ha perdido su casa, su finca...Hoy hemos sabido que un colegio, de Los Campitos, ya no existe porque se lo ha llevado el magma”, cuenta con pesar el profesor, que reconoce que no ha podido pegar ojo en toda la noche. “No creo que haya alguien que haya dormido en la isla. Yo me levantaba cada media hora a mirar por la ventana y al amanecer se veía el cielo de color rojizo de fuego y humo, muy triste”, describe.

“Genera un daño muy importante a la isla, en viviendas, fincas, carreteras, agricultura y ganadería”

Sobre el dióxido de azufre que libera el volcán, el edil Felipe Ramos asegura que por el momento “no hay preocupación ni alarma”, al menos en su municipio. “Aquí se hace vida con relativa normalidad, lo único que se ha interrumpido ha sido la actividad lectiva. Se parece mucho a los días de verano en los que estamos acostumbrados a tener incendios voraces y estamos siempre mirando a la cumbre”, asegura. “Aquí no están llegando gases pero sí se nota un olor distinto y se nota calor”, agrega David Gómez.

Felipe y David, como los vecinos de La Palma, siguen con detalle la evolución del suceso, pegados a la televisión, a la radio y a las redes sociales sin saber el alcance ni la duración de la erupción. “Para mucha gente es un acontecimiento único en sus vidas. Hay turistas que han llegado y se han encontrado con el volcán y es normal que genere curiosidad, pero lo prioritario es tener a la gente evacuada y dejar que volcán siga su curso y los profesionales de los institutos geológicos y geográficos hagan su trabajo”, opina Ramos.

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