Disney consigue el mejor 'live action' de la historia y 'Misión imposible' pone punto final
Se confirma que Stitch también es monísimo en 3D. Y su amistad con la pequeña huérfana hawaiana nos hace reír y llorar aún más que la original. Por su parte, la octava y última entrega de la saga de acción vuelve a superarse con un cierre espectacular
Salamanca
Viernes, 23 de mayo 2025, 17:51
Desde hace una década y media, Disney ha encontrado una mina de oro en las adaptaciones a acción real de sus grandes clásicos. La casa del ratón trasladó con inmenso éxito El rey león, Alicia, Dumbo o 101 dálmatas, no muy bien recibidas por la prensa especializada pero adoradas por el público. Sin embargo, la fórmula empezaba a dar signos de fatiga, y después de una controvertida Sirenita llegó el batacazo de Blancanieves. Por suerte, las horas bajas de la productora concluyen con el estreno de Lilo & Stitch, un salvavidas que apunta a convertirse en el estreno más taquillero de 2025. La preventa de cientos de miles de entradas en todo el mundo y una campaña muy viral en redes sociales ya auguraban una gran acogida, pero la mayor sorpresa ha sido la recepción de la crítica. Los medios hablan del mejor live action de la Historia de Disney, o como mínimo de uno a la altura de El libro de la selva (2016), su mayor logro artístico hasta la fecha. Más de 20 años después del estreno de Lilo & Stitch, su remake le hace justicia y amplía su legado. Desde el 23 de mayo puede disfrutarse en Van Dyck y Van Dyck Tormes.

La trama relata la amistad entre una niña solitaria hawaiana y un alienígena azul y peludo. Él (que sigue siendo monísimo en su versión de animación 3D) ha nacido para crear el caos y la destrucción. Pero resulta que ella perdió a sus padres y solo tiene a su hermana mayor, que la ha criado, así que no duda en incorporar a Stitch a su vida. Al principio todo es un desastre: por su culpa, la hermana pierde su trabajo en la cafetería y los servicios sociales amenazan con quitarle la custodia. Pero, contra todo pronóstico, el pequeño extraterrestre conseguirá que esa familia herida se recomponga. En esta película está muy presente el concepto de ohana de la cultura hawaiana: significa «familia», entendida más allá del vínculo de sangre. Las emociones recorren un filme lleno de nostalgia y ternura, aunque también de humor, color y diversión a raudales, que consigue capturar el espíritu de la original, tan hilarante como conmovedora. Eso se debe a un guión que trata a sus personajes con cariño y, no menos importante, a dos actrices como la pequeña Maia Kealoha (Lilo) y Sydney Agudong (Sydney, la hermana mayor), pura naturalidad, desparpajo y química. El contrapunto lo aportan dos cómicos consolidados como Zach Galifianakis (Resacón en Las Vegas) y Billy Magnussen (Noche de juegos). No menos destacable es la animación de la criatura, absolutamente prodigiosa y creíble. Por cierto, la banda sonora vuelve a entregarse a los hits de Elvis Presley.
Echaremos de menos a Tom Cruise
La mejor saga de acción de la Historia del cine se termina. Casi treinta años después de la original de Brian de Palma (todavía la mejor de las ocho), un sexagenario Tom Cruise se juega el pellejo por última vez en Misión imposible: sentencia final, un cierre épico y oscuro. Porque su premisa resulta inquietante por reconocible: un mundo gobernado por políticos irresponsables, en el que la verdad se difumina con la mentira, a merced de peligros tecnológicos. Un programa de Inteligencia Artificial (la Entidad) ha extendido sus tentáculos por todo el planeta, lo que da lugar a dos riesgos: que esa IA caiga en las manos equivocadas… o que el propio programa controle las armas nucleares que destruirían la Humanidad. En el centro de todo vuelve a estar Ethan Hunt, en su misión más compleja y con mayores repercusiones morales. Este último episodio ya no es una aventura ligera, sino que está revestido de solemnidad (incluso de nostalgia, con flashbacks de momentos de toda la serie). La trama se centra en el espionaje y la tensión, más que en el puro espectáculo. Aunque Misión imposible: sentencia final también contiene, faltaría más, esas set pieces de acción que quitan el hipo. Desde el viernes 23 en Cines Van Dyck y Van Dyck Tormes.

Las escenas épicas, temerarias, casi inverosímiles, se han convertido en la seña de identidad de esta franquicia, hasta el punto de que asociamos cada capítulo a una: en el cuarto, Tom Cruise escalaba el edificio más alto del mundo (el Burj Khalifa, en Dubai); en el sexto, pilotaba un helicóptero; en el penúltimo, saltaba en moto desde un acantilado. Ahora tenemos dos: una en un submarino varado en las profundidades del Mar de Bering, y otra colgado de una avioneta en las alturas. Dos pasajes asombrosos en los que, una vez más, Cruise no empleó doble de riesgo en sus acrobacias, saltos, peleas o persecuciones. Así entiende el actor neoyorquino (1962) su compromiso con el gran cine, el de carne y hueso, frente a la amenaza de los efectos digitales. Para las últimas entregas de Misión imposible, ha contado con su director de confianza, Christopher McQuarrie (Jack Reacher, Top Gun: Maverick), que firma una carta de amor al género de acción y al entretenimiento clásico. Sus más de 400 millones de presupuesto (sin contar la inversión en publicidad) le van a poner difícil resultar rentable, pero si alguien puede afrontar todos los retos que se propongan es Cruise, el mayor embajador del cine en la gran pantalla y en la sala oscura.
- Temas
- Inteligencia artificial
- Cine
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.