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«Hoy saldamos una deuda». Con esta frase el alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha dado por emplazada la réplica del Crucero de San Cebrián en la plaza de Carvajal.
El original se trasladó en 1886 al Cementerio San Carlos Borromeo, de donde no se ha podido trasladar para no dañar la pieza de piedra de Villamayor, muy deteriorada.
Así, se ha elegido como materiales para la réplica el granito y el bronce, diferenciándose del original para no crear lo que se denomina como «falso histórico», según ha explicado Carbayo.
En el acto ha estado presente el concejal de Fomento, Fernando Carabias, y el autor de la obra, Óscar Alvariño Belinchón, muy vinculado a la ciudad, ya que en la Plaza Mayor siete de los medallones son obra suya, el último el de Alfonso IX de León.
«Es un proyecto muy serio y concienzudo», ha detallado el artista, que ha trabajado en la obra durante seis meses.
Una labor que ha requerido in importante análisis de la pieza original para después abordar una «restauración« a nivel de modelado y desde el punto de vista escultórico de todos los elementos »que faltaban o estaban muy erosionados«.
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