Desprendimiento en un edificio de la Rúa apuntalado desde hace dos décadas

Ocurrió en el número 49-51, a escasos metros de la plaza de Anaya y donde desde hace veinte años se levanta la portada de un inmueble con balcones de rejería tras los que se oculta un solar vacío. Aunque no del todo, ya que, cubiertos por tierra, se conservan los restos del antiguo castro celtibérico descubierto en 2010. El edificio que se construyó en el siglo XIX en esta parcela fue derribado en 2002 y desde entonces unos puntales evitan que la pared que se conserva se desplome.

No son los únicos puntales que “empobrecen” la turística vía que conecta la Plaza Mayor con la Catedral. Desde 2007, del antiguo hotel Universal —Rúa, 13— tan solo queda una fachada. Y las enormes vigas metálicas que la soportan refuerzan también a otro edificio contiguo, el número 17, protegido por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) y conocido como la “casa de las tres culturas”. A la decrépita imagen que estas ruinosas fachadas ofrecen al viajero, se suma el muro con grafitis que impide el paso al desaparecido Colegio de Pan y Carbón.

Tras el desprendimiento ocurrido a primera hora de este lunes y consciente de que la Rúa no puede seguir ofreciendo esta imagen, la Concejalía de Fomento y Patrimonio va a tomar medidas que urjan a eliminar de ella las fachadas apuntaladas. Según informaron fuentes municipales, desde el Área de Urbanismo se enviará en los próximos días un requerimiento a la constructora propietaria del solar donde este lunes se produjo el desprendimiento. En él no solo se le apremiará a tomar “de manera inmediata” las medidas necesarias para evitar que se produzcan nuevos desprendimientos, sino que también se le apremiará a que presente en el Ayuntamiento el proyecto de ejecución del edificio que prevé levantar en esta parcela.

Esa futura construcción debe integrar los restos de la segunda Edad de Hierro que se encuentran en los terrenos y que la administración local quiere que puedan ser visitados tanto por los salmantinos como por los turistas. Eso sí, las condiciones en las que se podrá contemplar la construcción del siglo IV antes de Cristo —actualmente oculta bajo la tierra— aún no están definidas. El Gobierno de Carlos García Carbayo entiende que los últimos años, debido a la pandemia y la anterior crisis económica, han sido complicados para el sector inmobiliario, pero, según apuntan fuentes del Ejecutivo, no se puede seguir dilatando más en el tiempo la solución a la decadente imagen que ofrece la Rúa con estas fachadas apuntaladas en pleno centro de una Ciudad Patrimonio de la Humanidad.

Para la construcción que se levantará en el solar del Hotel Universal, que pertenece también a Palco 3, la misma sociedad empresarial que posee el edificio de la Rúa en el que este lunes se produjo el desprendimiento, ya existe un proyecto de ejecución, según confirmaron fuentes municipales. El documento, que incluye también las actuaciones previstas en el edificio colindante, la denominada “casa de las tres culturas”, está ya en manos de los técnicos municipales, pero aún está pendiente de varios informes necesarios —instalaciones y jurídico— para obtener la licencia de obra.

El Plan General de Ordenación Urbana permitió el vaciado del interior de estos edificios, pero impidió el desmontaje de las fachadas de finales del siglo XIX. Se mantuvieron en pie los frontales que deben integrarse en las futuras construcciones. Sin embargo, el impacto negativo que trataba de evitarse lo provocan ahora los puntales que sujetan las paredes y los enormes bloques de hormigón que ocupan parte de la vía pública.