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María Fernanda Lorenzo, durante su charla ante los veteranos de Mirat. LAYA
Demora máxima de 7 días para las sospechas de cáncer de próstata derivadas desde Atención Primaria

Demora máxima de 7 días para las sospechas de cáncer de próstata derivadas desde Atención Primaria

La jefa de Urología explica las ventajas de los tratamientos superantiandrógenos frente a la quimioterapia

Javier Hernández

Salamanca

Viernes, 27 de septiembre 2024, 18:58

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«Cuando un médico de familia sospecha que un paciente puede tener cáncer de próstata y lo deriva al servicio de Urología del Hospital mediante la interconsulta no presencial, la demora máxima es de siete días. Puede existir la creencia de que pasan meses, pero no es cierto: en un máximo de siete días ya es atendido por Urología», afirmó la doctora María Fernanda Lorenzo durante la charla ofrecida este jueves a los veteranos de la empresa Mirat.

La jefa de Urología del Complejo Asistencial informó a los veteranos de Mirat sobre las novedades en el tratamiento del cáncer de próstata. Cambios que pasan por los tratamientos hormonales llamados superantiandrógenos, que han demostrado «mayor supervivencia y mayor calidad de vida que la quimioterapia».

La zamorana recordó que dentro del cáncer de próstata hay dos grandes tipos: «Los que se pueden curar y los que no se pueden curar». Aquellos que sí son remediables pasan, necesariamente, por la cirugía o por la Radioterapia. En cambio, con los que no tienen solución definitiva, la estrategia es contenerlos lo máximo posible para que el paciente pueda tener una larga supervivencia y con calidad de vida.

«A diferencia de la quimio, que destruye tanto células cancerosas como sanas -y eso tiene efectos secundarios como la fatiga, pérdida de cabello, náuseas-, los superantiandrógenos se centran en impedir que las células cancerosas reciban las señales necesarias para su crecimiento y proliferación», explicó.

Aunque para mucha gente puedan ser desconocidos, la realidad es que el uso de estas moléculas está muy extendido. «En Salamanca se podría decir que, entre pública y privada, por cada paciente en quimioterapia hay diez tratándose con superantiandrógenos», calcula Lorenzo.

Los estudios también demuestran que la supervivencia global con estos fármacos también se ha visto beneficiada.

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