Secciones
Destacamos
Necesitas ser registrado para acceder a esta funcionalidad.
En la rueda de raquetistas que desfilaban por la cancha de la calle Sol, el 24 de agosto de 1941 hizo su discreta aparición una jovencísima deportista guipuzcoana que venía avalada por sus actuaciones prometedoras en su tierra. María Antonia Uzkudun Amunárriz (Anoeta, 1927) , «Chiquita de Anoeta», comenzó en el frontón salmantino una larguísima trayectoria profesional en los frontones que le llevó a triunfar durante muchos años en el equipo femenino del Frontón Madrid, la reclamaron para jugar en América y llegó a ser considerada como la mejor raquetista del mundo hasta se retirada a finales de los 60.
Prueba de la expectación generada por su debut en Salamanca fue que la prensa local publicó ese día un resaltado a dos columnas con el anuncio «Chiquita de Anoeta, futura estrella de la raqueta», dentro del anuncio de la función diaria del frontón Tormes. Como curiosidad, tiempo después revelaría en varias entrevistas que para sortear las normas que regulaban el deporte profesional y acceder a la licencia, tuvieron que falsificar su documentación para aparentar que tenía 14 años. la edad mínima, cuando en realidad aún no los había cumplido.
Su puesto era del de zaguera y pronto exhibió ante la parroquia salmantina apuntes de su calidad y poderío con la raqueta. Durante su estancia en Salamanca cobraba al mes mil pesetas de la época, cuando en los años 40 una raquetista promedio percibía ente 300 y 400 pesetas al mes. Los aficionados salmantinos solo pidieron disfrutarla durante seis meses, porque en 1942 ya estaba jugando en Madrid, comenzando a construir su leyenda.
Entre los años 1953 y 1955 jugó en Cuba y México y en frontones de Barcelona y Valencia.
La administración del régimen de Franco le otorgó la Medalla del Mérito Deportivo, fue portada de muchos medios deportivos y generalistas y en 1967 incluso se le dedicó incluso un pasodoble, que cantaba sus logros y éxitos deportivos, junto a otro similar en honor del tenista estrella de la época, Manolo Santana.
María Antonia Uzkudun, Chiquita de Anoeta, ejerció como pelotari profesional durante 28 años, hasta que a finales de la década de 1960, a sus 40 años decidió dejar la profesión. Para esa época, las profesionales percibían sueldos que oscilaban entre las 2.500 y las 3.000 pesetas. Colgó la raqueta en 1967 y puso fin a una trayectoria deportiva excepcional que fue respetada por los vientos en contra del régimen. No en vano el inolvidable general Moscardó trató de prohibir en su día el deporte de la raqueta al considerarlo «una actividad no femenina que contribuye a la esterilidad».
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.