Un coto de caza mayor por 2.500 euros al año, el detonante de la crisis en Vox

El detonante final de la crisis interna que está atravesando Vox ha sido la indiferencia con la que ha tratado el partido en Salamanca un caso de mala gestión de los recursos del Ayuntamiento de Sotoserrano, donde la formación de Abascal -2 concejales de 7- gobernaba con el PSOE -2 concejales-.

El ya exalcalde socialista Miguel Ángel Martín firmó un contrato de arrendamiento del coto de caza «El Pardo» a una sociedad de cazadores por la «irrisoria» cantidad de 2.500 euros al año durante 20 años. El coto, dedicado a la caza mayor, es una de las principales fuentes de financiación del municipio por los beneficios económicos que reporta. Una montería suele pagarse en torno a los 50.000 euros, lo que supone un importante ingreso para la economía de este pueblo serrano.

El edil de Vox Juan Hernández, que gobernaba con los socialistas, denunció ante el partido que el acuerdo con el PSOE no funcionaba y el alcalde actuaba sin contar con los ediles de la formación de Abascal. Había recibido muchas críticas de los vecinos por la incomprensible decisión del Ayuntamiento de arrendar a bajo precio una de las principales fuentes de ingresos.

Ante el incomprensible contrato firmado por el entonces alcalde, claramente perjudicial para los intereses del municipio serrano, le aconsejaron al edil de Abascal la presentación de una moción de censura que desvinculase a Vox del alcalde socialista y de una decisión más que sospechosa.

Sin embargo, la dirección provincial no parecía estar de acuerdo con la resolución y decidieron desvincularse y no apoyar la moción, a pesar de que el acuerdo con el Partido Popular -con 3 de los 7 concejales- le permitía al partido de Abascal conseguir la Alcaldía.

La situación se agravó con el presunto robo de los ordenadores, por el que está denunciado el exalcalde socialista, un robo que afecta a más municipios de la agrupación de municipios, que integra también a los ayuntamientos de Madroñal y Cepeda. El turbio asunto está en los juzgados de Béjar.

No es la primera crisis de Vox en Salamanca. El pasado mes de julio, cuando la salida de Vox del gobierno autonómico, dejó el partido Teresa Rodríguez, que había sido directora general de Producción Agrícola. Las discrepancias que ya antes había tenido con el presidente, Carlos Menéndez, la habían apartado de la vicepresidencia del partido, un cargo en el que la sustituyó el procurador Javier Teira, pero que es más bien un nombre para cubrir el organigrama, ya que está al margen de la dirección y de la toma de decisiones.

Pero uno de los momentos más críticos de Vox fue en 2019, cuando más de 70 afiliados de Salamanca se dieron de baja del partido después de que la dirección nacional mirara para otro lado ante las reiteradas denuncias de la «dictadura y opacidad» con la que actuaba el entonces presidente de la formación Rafael Revert, un personaje inquietante que nunca daba la cara.