«Correr y gritar activa al perro y entra en secuencia de ataque»

Los ataques por parte de perros a los humanos no suelen ser frecuentes, sobre todo en las ciudades, donde los animales tienden a ser de compañía. Sin embargo, pueden darse circunstancia en la que el animal entra en estado de alerta y ataca, especialmente en el campo donde, a menudo, los canes son usados para pastorear.

Frente a una situación los profesionales aconsejan mantener la calma para evitar que se active el instinto predatorio. «Cuando una persona empieza a correr o gritar frente a un perro está actuando como presa y esto le activa al animal el instinto predatorio, es decir, entra en secuencia de caza y ataca», cuenta Pedro Bautista, adiestrador de perros y director del club canino Baucan.

Por ello, la primera recomendación es mantener la calma. «Hay que evitar poner más nervioso al animal. Si se tiene un bastón y cualquier objeto se puede usar como barrera para evitar que nos muerda e intentar alejarnos lentamente», explica el adiestrador, aunque acepta que, a menudo, es poco lo que se puede hacer para evitar un ataque una vez que el can se ha puesto en alerta, principalmente cuando se trata de una manada, en la que las acciones de un solo animal pueden impulsar al resto a seguirlo.

Por esto el profesional insiste en la importancia de las medidas preventivas tanto por parte de los dueños de los canes como de los particulares. «Una gran cantidad de estos ataques se producen cuando una personas entra, sin saberlo, en una zona de ganado pastoreada por un perro. Para evitar incidentes es aconsejable mantenerse alejado de los lugares donde se vea concentración de ovejas, vacas o cualquier ganado porque es probable que haya algún perro cuidándolos», señala.

Además, insiste en la responsabilidad que deben tener los dueños de los animales. «Es importante que la zona este vallada y que se coloquen carteles avisando de la presencia de los perros», razona, a la vez que insiste en la importancia de la educación. «Tener un perro sea de la raza que sea implica una responsabilidad y somos los humanos los que debemos tomar las precauciones para evitar agresiones», afirma Bautista.

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