Así se preparan los militares salmantinos que trabajarán bajo cero en la Antártida
Deberán realizar y concluir su cometido en 90 o 100 días
Domingo, 27 de octubre 2019, 20:28
En la segunda o tercera semana de diciembre (en función de la climatología en la Antártida) un grupo de siete militares ingenieros del Regimiento de Salamanca viajarán en vuelo comercial hasta Punta Arenas (Chile) junto a otros 13 miembros del Ejército español y un equipo de científicos para después trasladase, seguramente a bordo del buque de investigación oceanográfica español Hespérides, hasta la Base Antártica “Gabriel de Castilla” tras atravesar el temido Mar de Hoces o Paso Drake con las aguas más tormentosas del planeta.
Así comenzará una de las experiencias más apasionantes para estos especialistas del cuartel Arroquia —es la primera unidad como tal del Ejército que acude a la Antártida, ya que normalmente son militares seleccionados individualmente— para reconstruir el muro que protege esta base ubicada en la isla volcánica Decepción, a 100 kilómetros del continente antártico.
Durante 90 o 100 días deberán realizar y concluir su cometido y también estar a disposición del mando de la campaña para dar apoyo a los científicos que allí trabajan. Todo ello en condiciones extremas climatológicas. Aunque es el verano austral, la máxima es de cinco grados y la mínima puede alcanzar los 18 bajo cero de sensación térmica en caso de ventiscas y temporales. Aunque los Ingenieros del Arroquia ya han trabajado con casi 50 grados de calor en Afganistán y Bosnia, nunca han estado expuestos tanto tiempo al frío.
Para ello, desde julio están realizando una amplia preparación. Primero con el proyecto, analizando con fotos vía satélite la zona y estudiando las características del terreno, ya que tendrán que coger allí tierra para rellenar el muro. Después con pruebas en Montelarreina (Zamora) para acreditar que el muro podrá aguantar el impacto del mar y los temporales.
Este mes de noviembre, la instrucción se amplía con formación en montaña. Para ello realizarán diversas marchas por la Sierra de Béjar y aprenderán en Zaragoza como hacer nudos y colgados. Igualmente, los ingenieros deben estar formados en navegación por si deben subir a bordo de las ‘zodiak’ que utilizan los científicos en la Antártida o para descargar material del Hespérides. En este punto, acudirán una semana al Regimiento de Zaragoza para practicar movimiento de embarcaciones, salidas y entradas de playa y técnicas de rescate en caso de que un hombre caiga al gélido mar antártico.
En este sentido, los militares de Salamanca contarán con uniformes específicos para soportar el frío y también otro especial cuando navegan que mantiene el calor corporal entre 20 minutos y una hora si caen al agua, cuando lo normal es que una persona puede aguantar sólo 10 minutos. Jornadas contra incendios, charlas del Comité Polar sobre protocolos medioambientales completan la instrucción que además se extiende a los colegios e institutos con charlas a niños sobre la Campaña Antártica, curiosidades de este continente y concienciación medioambiental.