Así es el proceso de rehabilitación cardiaca para enfermos muy debilitados por el ingreso COVID
El servicio que atendía a personas que sufren infartos o cirugías de corazón ahora se centra en los convalecientes del coronavirus que quedan afectados a nivel cardiovascular
Viernes, 24 de julio 2020, 11:20
Salamanca fue uno de los primeros hospitales de la Comunidad que creó un programa de rehabilitación cardiaca para atender a aquellos pacientes que sufren infartos o han sido operados del corazón, pero durante las últimas semanas ha estado reservado para ‘recuperar’ a los pacientes COVID con secuelas cardiológicas.
“Es clave porque la rehabilitación aporta mayor beneficio a largo plazo que el resto de medicaciones que se puedan tomar los pacientes”, defiende el cardiólogo David González.
Los servicios de Cardiología y Rehabilitación trabajan de forma coordinada con estos enfermos que apenas tienen fuerza para caminar cuando reciben el alta.
La fisioterapeuta del equipo de Rehabilitación, Carmen Oreja, explica de forma detallada los trabajos que se siguen con los enfermos que han superado el coronavirus, pero han quedado ‘tocados’ del corazón: “Realizamos con ellos una fisioterapia respiratoria para aumentar el tiempo inspiratorio y espiratorio. Entrenamos el control del diafragma con ventilaciones dirigidas para aumentar el volumen pulmonar y disminuir la saturación. Hablamos de gente que desatura al más mínimo esfuerzo. Llegan con poquísima capacidad aeróbica y en cuanto caminan 100 metros tienen que sentarse”.
Además de los ejercicios que realizan en la sala de Rehabilitación, “también trabajan en casa con incentivadores volumétricos para mejorar la fuerza y resistencia del pulmón”.
Tras la fisioterapia respiratoria los pacientes realizan ejercicios con bandas elásticas de fuerza. “Hay que tonificar la musculatura porque quedan muy tocados después de tanto tiempo ingresados. Intentamos reconstruir las fibras musculares y que ese oxígeno mejore el metabolismo basal. Son ejercicios de miembro superior e inferior con grandes grupos musculares”, continúa la doctora Oreja.
La ‘terapia’ se complementa con “ejercicios funcionales de la vida cotidiana” y otro bloque para trabajar la flexibilidad y elasticidad para combatir “las retracciones provocadas por la inmovilidad”. Por último, se trabaja “la coordinación y el equilibrio porque el sistema nervioso central también queda dañado”.
El proceso de Rehabilitación Cardiaca habitual puede durar entre 8 y 12 semanas, pero con los pacientes COVID se ha adaptado un protocolo de 4 a 6 semanas dado que son pacientes relativamente jóvenes.
