Una afición mundial: «Menudas carteras tienen que tener en Corea del Norte...»

Bajo el tintineo de las monedas y el suave susurro del papel se despliega todo un universo donde la geografía, la historia y la cultura de diversas naciones se fusionan en el apasionante mundo de la sabiduría y el coleccionismo.

La numismática se define como el estudio y colección de monedas, medallas, papel moneda y fichas pertenecientes al completo de los países de la esfera terrestre. Diego Ortiz es un joven estudiante que ha descubierto un mundo en el que cada billete o moneda esconde un relato perteneciente a un periodo de la historia: imperios caídos, territorios divididos, mitos y un valor sociocultural que acabó fascinándole hace tan solo tres años.

«La numismática me vino porque yo siempre he sido un loco de la geografía, siempre he sido muy curioso sobre cuales son todas las capitales del mundo, cuales son todas las banderas, y un día hace como tres años me adentré a entrar en el mundo de las monedas y de los billetes. Así decidí dar un paso más en ese amor por la numismática», cuenta Ortiz.

Para ampliar su colección, Diego asegura que la globalización de internet ha facilitado mucho el acceso al mercado y que gran parte de sus billetes los ha conseguido, hasta la fecha, a través de portales web. «Hoy en día con internet es todo más fácil. Así es como lo consigo, a través de internet o se lo pido cuando un conocido, amigo, familiar o compañero de trabajo de ellos viajan a un lugar o algún país del que no tenga monedas.

A pesar de llevar tan solo tres años en el mundo de la numismática, ya cuenta con 54 países dentro de su colección, siendo América el continente del que más monedas tiene debido a la «devaluación de su moneda». Además, tiene especial interés por expandir la colección con monedas procedentes del continente africano: «Nunca se me olvidará la primera vez que abrí el paquete y el primero fue el de Zambia con el águila. Es un país que quiero visitar, así que no creo que tarde mucho en ampliar mi colección por el sudeste asiático», confiesa.

Como todo coleccionista, Ortiz cuenta con una serie de artículos más especiales en su colección, entre ellos un billete perteneciente al régimen norcoreano. «Son mucho más grandes que los que tenemos aquí en España o en Europa. Yo siempre hago la broma de que menudas carteras tienen que tener en Corea del Norte para llevar esos billetes».

Otro de sus piezas preferidas son unos billetes pertenecientes a la República federal de Yugoslavia, disuelta en 1992. «Tengo que destacar los billetes que tengo de Yugoslavia. Son territorios extintos y que ya se separaron en diversos países. Tener un billete de Yugoslavia o de la Unión Soviética es algo que me hace mucha ilusión.»

Otro de los billetes que más valor tienen para el joven coleccionista son las de las Fuerzas del Ejército Británico: «Yo siempre destaco los billetes de las fuerzas del ejército británico, que son monedas de curso legal que se utilizaban en ocasiones específicas como en campamentos militares o zonas con dominio militar. Me pareció super curioso cuando lo vi, y creo que son los más atípicos que tengo».

Su última adquisición ha sido unas coronas danesas que una compañera de su madre le pudo conseguir tras un viaje a Dinamarca. «Hace poco una compañera de mi madre viajó a Dinamarca y me trajo de allí unas monedas y unos billetes. Así son como los consigo, destacando que son billetes de curso legal, billetes que si yo fuese a ese país podría cambiar o usar para el comercio. Es por ello que cada vez que realiza un viaje intenta cambiar algún euro de más para quedarse con monedas autóctonas.

Conservar cualquier colección conlleva un proceso de cuidados más minucioso, especialmente en artículos de alta fragilidad como billetes antiguos que entre el material fabricado de papel y el vigente paso de los años hace que necesiten un mayor cuidado. Diego guarda cada billete en una funda especial: «Yo soy muy escrupuloso y los guardo muy lisitos en sus propios álbumes con unas fundas de plástico».

Posteriormente etiqueta cada funda con datos pertenecientes al país y la época de la que provienen, añadiendo que imprime «la información del país con la bandera, la población, la capital y otra información. Tengo los países divididos por continente y dentro de este, por orden alfabético.»

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