Santibáñez de Béjar reclama una atención médica permanente y estable

Los vecinos de Santibáñez de Béjar levantaron este domingo la voz en una concentración celebrada en la Plaza Mayor para reclamar una atención médica permanente y estable como la que venían disfrutando años atrás.

La concentración ha sido consecuencia de la falta de un médico fijo que permita seguir las pautas a sus pacientes, muchos de ellos personas mayores, de forma estable. Y es que, como pusieron de manifiesto durante la concentración, los problemas comenzaron a surgir cuando la titular de la plaza solicitó una excedencia tras agotar la baja que tenía. Esa plaza sigue sin cubrirse por ningún profesional y son los médicos del centro de salud de Guijuelo los que tienen que turnarse para poder atender a la población de uno de los municipios más grandes de la demarcación sanitaria de Guijuelo.

«Cada día viene un médico y así es difícil seguir un tratamiento», señalaban en la Plaza Mayor algunos de los pacientes, que se quejaban de que ahora sólo tienen médico tres días a la semana «y no le mandan sustituto para la plaza».

«Estamos contentos con el centro medico porque todos los que vienen son muy buenos profesionales pero nos han reducido días con esta situación y no hay continuidad y cada día mandan a uno», explicaban ayer. Y es que no sólo se trata de las cartillas que pueda tener el pueblo, si no que hay colegio, hay guardería con presencia de niños que vienen de otros pueblos e incluso diversas industrias cárnicas con gente que va a trabajar de otros municipios.

El Ayuntamiento de Santibáñez de Béjar se ha sumada a la reivindicación y ha enviado escritos a la Gerencia de Atención Primaria para pedir una solución. De hecho, según explicaba el alcalde, Roberto Muñoz, acompañado por varios ediles del equipo de Gobierno del PP, se les dijo que a partir de octubre llegaría la solución pero no lo ha hecho aún. «Si no dan solución, no vamos a parar», añaden. Y es que ven muy buenas palabras pero «malos hechos». Es el sentir del pueblo, dicen, y así se puso de manifiesto ayer durante la concentración celebrada en la que no faltó ni el párroco.

«Queremos el médico con normalidad. La enfermera lleva con nosotros veinticinco años y viene todos los días con normalidad», concluyen los vecinos.

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