San Miguel de Valero disfruta a lo grande en su último día de fiestas

Los que parecía una jornada de despedida de fiestas sin apenas actividad, se convirtió ayer en un verdadero día de convivencia entre vecinos en San Miguel de Valero, que cerraba a lo grande su programación festiva.

La localidad celebraba este lunes la segunda misa con procesión como actividad principal de una jornada que era festivo local en el pueblo. Los tamborileros amenizaban de nuevo la celebración eucarística y el posterior recorrido del santo por el entorno de la iglesia parroquial. Los vecinos disfrutaban después del aperitivo en los bares mientras se terminaba de preparar la comida, una caldereta de carne y patatas que no se había previsto inicialmente pero que, por iniciativa de una vecina, se preparó en poco tiempo. Nadie pensaba que el lunes de fiestas se fuera a congregar el público que se congregó ya que hubo en torno a 160 comensales, que se habían ido apuntando y retirando el tiquet previamente para disfrutar en el multiusos de un guiso elaborado por Jacinto, otro vecino de la localidad. El Ayuntamiento aportó la bebida y hubo también helado como postre. Un grupo de vecinos voluntarios lo organizó todo y el alcalde, Manuel Oliva, destacó la importancia de este evento para poner de manifiesto «la unión del pueblo» e instó ya a Merce, la vecina de la que partió la idea de la comida, a empezar a pensar en la comida del año pasado. Había una sorpresa más ya que el Ayuntamiento había preparado el último baile de las fiestas con la presencia de la charanga La Clave, que amenizó la sobremesa en el multiusos y, después, animó el final de fiestas por las calles de la localidad. El buen tiempo de la jornada de ayer ayudó también a cerrar la fiesta de la mejor manera posible ya que el multiusos acogió de nuevo un encuentro con personas de muy diferentes edades.

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