El ondear de las banderas marca el inicio de la recreación del cerco francés a Almeida

La localidad portuguesa de Almeida vive desde este viernes, los días cruciales de la invasión napoleónica de la Península Ibérica del verano de 1810. Las calles de esta fortificación vuelven a ser recorridas por soldados franceses, británicos, españoles, portugueses y, en este 2025, por germanos también. Todo ello en el marco de la recreación del cerco que sufrió la ciudad y que alcanza su vigésimo primera edición.

«Esta recreación tiene un carácter internacional», señala a LA GACETA el alcalde de Almeida, António Machado. Son muchos los españoles y salmantinos que durante estos tres días cruzarán la frontera y se unirán a las más de 25.000 personas que estarán estos días en la localidad lusa. «Es una inyección económica importante, todos los locales de hostelería y restauración están llenos, es una oportunidad para degustar nuestra gastronomía y conocer nuestra cultura».

Aunque el momento estelar será en la medianoche de este sábado con la recreación del asalto a la fortificación, este viernes tuvo lugar la apertura de las jornadas con el izado de bandera de los países participantes, en que portugueses y franceses cantaron a capela sus himnos nacionales mientras las banderas ondeaban en lo alto del mástil.

Posteriormente, tuvo lugar la apertura del mercado artesanas inspirado en el siglo XVIII y donde los productos gastronómicos y artesanales comparten espacio con las tabernas, imprescindibles para saciar la sed y el estómago de los soldados y visitantes, los juegos tradicionales o un rincón destinado a varios animales que son uno de los lugares más visitados.

«En total estarán estos días un total de 500 recreadores, repartidos en la ciudad y en el campamento, vestidos con la ropa de esa época para todas las actividades militares» recalca António Machado. Pero no solo este cita en Almeida se centra en las batallas. «Tenemos conciertos, actividades para los niños, mesas redondas... Hacemos un programa para atraer a toda la familia y que puedan participar activamente durante estos días».

215 años después, el cerco de Almeida cobrará vida y volverá a revivir los hechos que desembocaron en la caída de la localidad, que fue tomada por el ejército francés en los días finales de agosto del verano de aquel lejano 1810.

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