La localidad salmantina que teme por los derrumbes que sufre su campanario

Sobre el tejado se pueden ver los restos del nido de la cigüeña y las tejas rotas. La bola está guardada en casa de un vecino, que la recogió el día del suceso para cuando se proceda a restaurar la torre. Al parecer se produjo el desprendimiento de dicho elemento de la torre junto con el nido de las cigüeñas.

Los vecinos están muy preocupados porque en varias ocasiones han visto ladrillos de la torre por la calle, alguno en la puerta del bar. Precisamente el lado más deteriorado de la torre es el que mira a una calle muy transitada, porque por la misma se puede ir al consultorio médico, al salón de baile y a uno de los bares de la localidad.

El alcalde, Félix Cáceres, explica que ya ha escrito cartas a la Junta de Castilla y León, a la Diputación y a otros organismos públicos, “pero nadie contesta”, se queja. Además aprovecha cada visita institucional para dar a conocer este problema y pedir una solución. El pasado jueves se lo comunicó personalmente a Encarnación Pérez, subdelegada del Gobierno en Salamanca, que visitó la localidad con motivo de sus fiestas. Dice que le dijo que “estos temas los está gestionando la Diputación y el Obispado de Salamanca”.

El alcalde incide en que nadie le ha dado respuesta. “Este verano un ladrillo fue a dar a la puerta del bar y un ladrillo desde esa altura puede matar a una persona”, asevera.

El delegado diocesano de Patrimonio, Juan Pedro Melgar Borrego es consciente de la situación. “Lo tenemos visto y hemos avisado de que hemos hecho un estudio y una memoria para actuar, es algo que se planteó hace tiempo, pero tenemos que ver cómo encajamos la financiación”, detalla. Además subraya la buena voluntad del vecindario, ya que una empresa local “quiere colaborar con el andamiaje”. El problema es la larga lista de espera de edificios religiosos en la Diócesis, y van dando prioridad a los que tienen mayor necesidad.

José Carlos García urge a una necesaria intervención que evite más riesgos y que elimine el peligro de pérdida de uno de los edificios más queridos por los beleguinos.

A poco más de cinco kilómetros, en Villaflores, se encuentra otra iglesia que también necesita una intervención. Se trata del tejado de la torre del campanario. El delegado diocesano de Patrimonio, recuerda que ya han actuado en dos ocasiones en esta iglesia, pero que tienen pendiente poner a punto el tejado de la torre. Fue en una de las últimas puestas a punto, cuando se dieron cuenta que el tejado de la torre tiene muy desprendidas las tejas.

En este caso la intervención sería menor, pero tanto en una como en la otra, una de las trabas mas grandes es el andamiaje. Al ser torres de una altura considerable, requieren de unos andamios especiales.

La torre de la iglesia de San Andrés de Palaciosrubios data del siglo XVIII. Es la última parte que se construyó de este templo, ya que el origen de la iglesia se estima entre los siglos XIII y XV. Dicen los vecinos que hay una torre en otro pueblo que es muy similar, porque ambas las construyeron dos hermanos