De feria con el burro Pepe

El burro Pepe fue este martes uno de los grandes protagonistas de la jornada festiva en Montemayor del Río, que culminaba sus celebraciones en honor al Cristo de las Batallas con el recuerdo de la antigua feria de ganado que llenaba la villa por estas fechas décadas atrás.

Ya no hay ganado que vaya a la feria y, por eso, el burro Pepe se ha convertido en el símbolo de lo que fue Montemayor y su mercado del 18 de septiembre. De ahí, que se haya querido hacer un homenaje a todos esos animales que pasaron por la feria en la figura de Pepe, un animal dócil, tranquilo y acostumbrado a lidiar con los humanos a sus 16 años. De hecho, este verano, por ejemplo, ha salido también por las calles con motivo de la celebración de la fiesta de los quintos nacidos en 1974, como ya hiciera el año pasado con los quintos del 70, 71, 72 y 73, que hicieron una fiesta conjunta a la que Pepe no faltó.

La jornada comenzó en la Plaza como lugar de encuentro de la comitiva, para salir desde allí a repartir dulces de Montemayor para mantener viva la memoria de la antigua feria. Como era costumbre, la zona del puente, en la parte baja de la villa, era el lugar de celebración de la feria y hasta allí se dirigió la comitiva, ya sin Pepe, que ayer estaba algo más perezoso, para mantener viva la memoria del mercado. Ya no hay peces para comer, pero todos los presentes disfrutaron de unas buenas tapas para cerrar el ciclo festivo, que contó con un DJ ofrecido por el establecimiento hostelero de la zona del puente. Los vecinos cerraban de esa manera la programación de las fiestas del Cristo de las Batallas, que ha contado con actos religiosos, música, juegos e incluso un mercado artesano. También recibieron la visita del vicario general de la Diócesis de Salamanca, Tomás Durán, para presentar de forma oficial al nuevo párroco, Gabriel Jaramillo.

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