Días de calbotes o calboches: la tradición de las castañas asadas que sigue más viva que nunca

La llegada de la festividad de Todos los Santos es sinónimo en toda España de visita a los difuntos y, en materia gastronómica, de una época con dulces y platos concretos que se degustan por todo el país. La provincia de Salamanca tiene sus propias particularidades en ese sentido y, sobre todo, las comarcas del sureste de la provincia. Se trata de las castañadas, que en la zona de Béjar y Sierra de Francia reciben los nombres de calbotadas o calbochadas, respectivamente, y que se celebran ligadas a la festividad del 1 de noviembre, aunque se adaptan a las necesidades o intereses de cada municipio. Son las zonas donde se producen las castañas en la provincia, lo que permite que los vecinos dispongan de este fruto de manera sencilla.

Una costumbre ancestral muy común a todos los municipios ligados al Sistema Central y, sobre todo a las sierras de Gredos, Béjar y Francia ya que esta celebración se extiende tanto en la vertiente norte como al sur de estas sierras en las provincias de Ávila, Cáceres y Salamanca. No son costumbres ligadas a las modas extranjeras ni fiestas de reciente creación, sino que las castañadas que aquí se celebran tienen un arraigo mucho más profundo como se ha puesto de manifiesto durante estos días. Aunque no hay constancia de estudios concretos sobre esta costumbre, el investigador Pedro Granado, de la localidad abulense de Pedro Bernardo, señala que se trata de una tradición cristiana medieval que enlaza a su vez con la fiesta celta del "Samhain", que se celebraba como "final del verano" y que sería también el origen del Halloween anglosajón tan universalizado hoy en día.

Así las cosas, las sierras del sur de la provincia han acogido a lo largo de estos días numerosas celebraciones con las castañas asadas como protagonistas. Sanchotello fue la primera en abrir el ciclo con una calbotada para todos los vecinos, que se complementó con chocolate y sangría, además de una merienda de Halloween para los más pequeños. Sorihuela acogió este año la castañada de Diputación, mientras que Santibáñez de Béjar acogió el reparto de cien kilos de castañas en la plaza del cine. Muy cerca de allí, en Puente del Congosto, y a la misma hora, la asociación de vecinos repartía también los calbotes (las castañas asadas).

Santibáñez de la Sierra celebraba también su calbochada, pero con un menú mucho más completo ya que contó también con chocolate y con carne asada para todos los comensales presentes. Allí al lado, en San Esteban de la Sierra, la asociación El Álamo también preparaba las castañas asadas y el chocolate con bizcochos. También San Miguel de Valero disfrutaba de las castañas asadas y la vecina Linares de Riofrío acogía un animado concierto para celebrar una jornada con calboches y reparto de queimada y vino caliente.

Los vecinos de Nava de Béjar se sumaban también a la celebración de la calbotada. Eso sí, primero celebraron una salida al campo para recoger las castañas al igual que en Los Santos con motivo de su fiesta del otoño.

• Temas
• Los Santos
• Nava de Béjar
• Puente del Congosto
• San Esteban de la Sierra
• San Miguel de Valero
• Sanchotello
• Santibáñez de Béjar
• Santibáñez de la Sierra
• Sorihuela
• Día de Todos los Santos
• Tradiciones