El Cabaco se viste de folclore serrano por La Emperrá

Los vecinos e hijos del municipio de la Sierra de Francia de El Cabaco se entregan estos días a los actos de júbilo en el marco de las fiestas de Pentecostés, conocidas popularmente en esta localidad como La Emperrá. Después de un viernes de sardinada y parrillada para cenar, los habitantes han demostrado su devoción en una intensa mañana sabatina con una temprana alborada y una misa en la que el grupo de folclore local puso énfasis con la gaita y el tamboril.

Tras la liturgia oficiada por el párroco Alfredo Fernández, el grupo de bailes serranos, compuesto por niñas, hombres y mujeres, y hasta por el propio alcalde, José Antonio Sánchez, encabezó el recorrido de la procesión siguiendo como guía la cruz y el estandarte, y custodiando al Cristo, seguido por los fieles.

La gaita y el tamboril presidieron la procesión, acompasados por el repiqueteo de los badajos de las campanas que varios hombres hicieron sonar con brío desde lo alto de la iglesia, acaparando todas las miradas de los vecinos a su paso por allí, en dirección a la plaza, donde todos cogieron sitio para participar en el ofertorio y persignarse frente a la imagen, y asistir a los bailes típicos, indispensables en El Cabaco, con un amplio ofertorio en el que no faltaron danzas como la de la cruz.

Por la tarde los cabaqueños disfrutan de bailes de sevillanas y un aperitivo, y una noche de fiesta con dj. El domingo una comida de confraternidad despide las fiestas de La Emperrá, todo ello en días de clima suave en comparación de las calurosas semanas pasadas, y un sol espléndido que acompaña a este elenco de apacibles actos al aire libre.

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