Sánchez e Iglesias: dos acuerdos, dos
Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, así como sus respectivos grupos políticos, solo están de acuerdo en dos puntos. El primero es que los que mandan ... y parten el bacalao son ellos, con permiso de ERC. El segundo punto en el que coinciden es, perdón por el galimatías, que, estando de acuerdo en el primer punto, están en desacuerdo en todos los demás. A las pruebas de lo que ha sucedido durante los últimos días me remito y también a lo que pasará en las próximas semanas y meses, porque esto no ha hecho más que comenzar. Teniendo claro lo anterior hay quien piensa que esta legislatura va a ser larga, porque existe un objetivo supremo por encima de todo: el de permanecer en el poder, cueste lo que cueste; de ahí que unos y otros vayan a tragar sapos y culebras, carros y carretas, como ya vienen haciendo. Sin embargo, hay otro grupo que sostiene que, visto lo visto, esto no puede durar mucho, porque más temprano que tarde las diferencias, las faenas, los pisotones y las pu....s que se hacen los unos a los otros terminarán por encender una mecha que dará al traste con este Gobierno, que, exagerando un poco, va a tener más vicepresidentes/as que ministros/as. Dejo al lector la posibilidad de apuntarse a la tesis que más le guste.
Mientras tanto, conviene no perder de vista algún ejemplo de la guerra de guerrillas que se traen los del Partido Sanchista y los de Unidas Podemos. El martes pasado, poco después de acabar la sesión de investidura, el vicepresidente Pablo Iglesias confirmó lo que ya era un secreto a voces, los nombres de “sus” miembros del Gobierno. Pero es que fue a más, porque avanzó los nombres de los dos secretarios de Estado de su vicepresidencia y, por lo tanto, la estructura de la misma. En el Partido Sanchista saltaron chispas porque, en teoría, eso correspondía hacerlo a Sánchez. Entre las competencias de Iglesias figura la de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible, algo que, si se quiere, puede impregnar todas las políticas. Dicho de otro modo, que Pablo Iglesias podría meter la cuchara en asuntos relativos a la transición ecológica, cambio climático o desarrollo rural, por poner tan solo unos ejemplos. Y claro, eso eran palabras mayores, porque estos últimos asuntos son los grandes símbolos de la nueva política progresista de la que hace gala Sánchez. Y ahí llegó el anuncio de ayer para crear otra vicepresidencia más sobre para Transición Ecológica y Reto Demográfico, adjudicada a la “niña de sus ojos”, Teresa Ribera. En resumen, que Iglesias y Ribera se tratarán de tú a tú y queda salvaguardada así la tentación de que el desarrollo sostenible se comiese a la transición ecológica. Y esto no ha hecho más que comenzar.
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