¿Qué pasa con el Impuesto de Sucesiones?
Ha habido repique de campanas por el pacto alcanzado entre cuatro de las principales fuerzas políticas de Castilla y León para hacer frente a las ... consecuencias de todo tipo del coronavirus. El titular de la información más importante con la que “abría” LA GACETA ayer ponía énfasis en que se trata de un acuerdo histórico y que debería servir como modelo para el resto de España. Me sumo a esta tesis, especialmente en el caso del Gobierno central. Hace falta fomentar la cultura del pacto para enfrentarnos a una situación inédita. Ahora bien, también hay que matizar algunos puntos, no sea que vayamos a morir de éxito. Me refiero a los pelos que se han dejado en la gatera algunos de estos grupos, en aras de conseguir el consenso. Me refiero en este caso concreto al PP y a Alfonso Fernández Mañueco.
Se trata de la renuncia a uno de los puntos importantes con los que los populares concurrieron a las elecciones y en los que el presidente Mañueco ha insistido por activa y por pasiva estando ya en el Gobierno. Es la renuncia a eliminar el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, medida anunciada a bombo y platillo a lo largo de los últimos doce meses, que además formaba parte del pacto con Ciudadanos. Supongo que ha sido una exigencia de los sanchistas de Sánchez, encabezados en nuestra región por Tudanca. Se puede argumentar que la situación en la que vivíamos hace un año y en el mes de enero no tiene mucho que ver con la actual y es verdad. Pero también es verdad que las promesas electorales, sobre todo las emblemáticas y las que se convierten en símbolos, como esta de eliminar el citado Impuesto, están para cumplirlas y, en caso contrario, hay que explicar muy bien las razones del incumplimiento.
Viendo la polémica que se ha suscitado en los últimos meses a cuenta de las rebajas de impuestos en diferentes Comunidades y de la posición expresada por los gobiernos de Sánchez y de Iglesias, doy por hecho que Tudanca debió llamar a La Moncloa y preguntar lo que hacía y que Iván Redondo, o quien fuese, le transmitiría que era una línea roja, que no se podía traspasar. Y me parece bien que los de Sánchez hayan jugado sus cartas. Pero ahora es necesario que desde el PP y también desde Ciudadanos expliquen, primero, por qué no habían suprimido ya el citado Impuesto de Sucesiones y Donaciones y, segundo, por qué no lo van a hacer. Insisto, las promesas, y más las emblemáticas y simbólicas, están para cumplirse y eso me lleva a preguntar ¿qué pasará con el Impuesto de Sucesiones y Donaciones?
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