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Ya lo hizo nada más alcanzar el poder. Sin complejos ni miramientos ordenó que le preparasen el Falcon para irse al FIB a ver a su banda favorita de entonces: The Killers. Entonces, le llovieron críticas por todas partes. Puede que las más airadas las de aquellos que acababan de votarle y no entendían como también uno de los suyos podía tener una forma tan particular de entender lo que significa estar un poco más cerca de los humildes que de los privilegiados. Ahora lo vuelve a hacer, aunque mejorando notablemente el gusto musical, yendo al concierto de despedida de Serrat en Barcelona.

Cuando tirando de dinero y recursos de todos utilizó el Falcon para ir al concierto de The Killers en Castellón, intentó torear el aluvión de críticas diciendo que es que ese mismo día tenía una visita institucional en Valencia. Para hacerse la foto con Serrat, ni siquiera se ha preocupado de buscar coartada. Se ve que a Sánchez, a estas alturas, le resbala todo. Y la verdad es que sí, efectivamente, por muy bien que se entienda con la izquierda radical como hemos visto en sus más recientes concesiones al independentismo, en realidad tiene ramalazos de esos dictadorzuelos que tanto admira la ultraderecha.

No convendría a sus acérrimos, restarle importancia al detallito de andar de conciertos movilizando aeronaves y helicópteros de carísimos y contaminantes combustibles que deberían estar adscritos exclusivamente a sus deberes institucionales porque entonces estaríamos justificando lo que distingue a un gobernante hipócrita y sin escrúpulos que en público se vanagloria de estar cerca de la gente humilde y con dificultades para asumir la subida de los gastos de la luz, alimentación, gasolina, o calefacción (por no hablar del medio ambiente tan presente en sus discursos) pero en privado y para aficiones personales no le importa derrochar con alegría y sin mala conciencia dinero público.

Y eso sí, que dé mucho las gracias a la reciente jubilación de Serrat. A diferencia de él, Joan Manuel es de los que cumplen lo prometido. No me extrañaría que de no ser así, en su próxima gira no cayese alguna canción dedicada a uno de esos hipócritas y desvergonzados gobernantes que anda a bordo del Falcón de concierto en concierto haciéndose fotos con gafitas de sol y derrochando dineros públicos para satisfacer hobbies privados. Aunque el presidente no lo sepa, estaría en consonancia con el repertorio del maestro.

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