La plaga
El proyecto de ley llamado trans que las mujeres de Podemos y aledaños pretenden imponer, primero al Gobierno y luego a todos los españoles, donde primero ha levantado ampollas ha sido entre las feministas “de toda la vida”. Comenzó la ex ministra sanchista Carmen Calvo, y más tarde ha destrozado el proyecto de ley la muy notable profesora, miembro del Consejo de Estado, Amelia Valcárcel.
Las prisas de las podemitas por consumar el desaguisado que la dichosa ley trans lleva dentro lo explica así Valcárcel:
“ Cuanto más tiempo pasa más se hace la luz sobre lo que esta ley lleva dentro, que es gravísimo. Es una de las leyes más indignas que se han llevado al Parlamento por su contenido, sumamente peligroso para las criaturas, para las mujeres y para toda la sociedad. A la infancia la ataca en sus cuerpos, a las mujeres en sus derechos y quiere destruir la clave de bóveda de la sociedad abierta, que es la libertad de expresión”.
Y es que la cosa se las trae, pues en ese impulso apresurado también ha entrado a saco en el propio Consejo de Estado.
En efecto, es la primera vez que, afectando directamente a varias leyes orgánicas, a preceptos constitucionales básicos e incluso a la forma misma del Estado puesto que puede acabar comprometiendo a la monarquía, este proyecto de ley no pasa por el Pleno, por decisión de la presidenta del Consejo (Fernández de la Vega).
Y el mismo día que esa ley iba a pasar por la Comisión Permanente, a las siete de la mañana Irene Montero saca un tuit alegrándose de que la aprobación se hay producido.
Como otras leyes que han salido del ministerio que ocupa la señora Montero, ésta nace de un nuevo movimiento de raíz identitaria, que en este caso se apellida queer.
Esta es una ley que, en palabras de Valcárcel, ataca a la libertad de expresión decidiendo que se cometen delitos de opinión cuando no se está de acuerdo con esa ideología queer.
En efecto, si esta ley saliera adelante, bastaría que usted o yo llamáramos varón a alguien que dice ser mujer para cometer un delito. Pero las mismas personas que avalan esta insensatez dicen que encuentran totalmente natural someter a bisturí y a hormonas a niños y adolescentes.
Los españoles debemos resistirnos con uñas y dientes. Pues vamos a ello y acabemos con esta plaga que pretende invadirnos.