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Varios países de la UE y la UE misma se han visto invadidos por propuestas de origen identitario, especialmente feministas y ecologistas. Por ejemplo, el Parlamento Europeo aprobó la prohibición de la venta de coches de gasolina o diésel a partir de 2035, incluidos los coches híbridos. Sin embargo, para notables científicos la electrificación a marchas forzadas del transporte conducirá a una gravísima crisis económica. Así aparece en el documental Viaje a ninguna parte, que se puede ver en YouTube. Allí también se ilustra acerca de la escasez de litio, cobalto o neodimio, elementos básicos para la electrificación. Y en este momento esos productos en su mayoría están en manos de China.

Por otro lado, en Europa, existe una muy deficiente red de cargadores. Y otra razón aún más poderosa que no parecen haber tenido en cuenta en la Unión Europea: el altísimo precio del coche eléctrico.

En abril de 2022 el precio medio de los coches nuevos vendidos en España era de 22.750 euros, un 21% más alto que antes de la epidemia de Covid (2019). Esto significa que un coche que entonces costaba 20.000 euros, ronda ya los 25.000 euros.

Unos cuantos ejemplos: el Dacia Sandero, uno de los coches más baratos, costaba 9.500 euros en 2020 mientras que hoy cuesta 13.000 euros. El Peugeot 2008 Hybrid, uno de los más vendidos, ha pasado de 40.000 euros a 46.000 euros.

Pese a que hasta un 80% de los compradores potenciales de un coche nuevo se ha planteado adquirir un coche eléctrico, lo ha desestimado rápidamente por cuestión de precio y de utilidad. En efecto, no se puede olvidar la falta de autonomía de los coches eléctricos y la necesidad constante de recarga.

¿Y qué decir de las baterías? Al exigirle mucha potencia de manera sostenida hace que su capacidad y su duración caigan en picado. Y esto se conoce desde que se inventaron las primeras baterías.

Hace unos días, en El Debate, alguien (un comentarista que firma como Williamreid) escribió:

“La gran pregunta sobre el coche eléctrico y que ningún político responde es: ¿dónde se supone que vamos a cargar el coche los pobretones que no tenemos garaje, es decir, la inmensa mayoría? Tendría que haber un poste eléctrico cada cinco metros, incluso en los descampados. La gente no aparca el coche donde le da la gana, aparca donde puede. Por otro lado las baterías de los coches son como las de los móviles, con los años pierden autonomía, con la pequeña diferencia de que sustituir la batería de un coche puede costar más de 6.000€”.

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