Puente, ministro récord
El titular de Transportes invirtió el año pasado una cantidad récord de 10.000 millones, pero no se acordó para nada de Salamanca
Una cosa hay que reconocerle a Óscar Puente: con la experiencia que le da su año y medio de ministro, ha aprendido a no poner excusas inventadas. Cuando llegó a Transportes siguió la estela de sus antecesores esgrimiendo pretextos peregrinos para no devolver a Salamanca todos los trenes que fueron suprimidos durante la pandemia. Que si no había suficientes pasajeros, que si faltaban maquinistas, que si cuando había maquinistas es que no estaban formados, que si no había máquinas… Ahora Puente está muy ocupado con su reciente paternidad y no se molesta en buscar coartadas.
Seguimos con la cuarta frecuencia del Alvia a Madrid con el freno echado, limitada a los días de entre semana y dolorosamente ausente los sábados y domingos. Para tener una comunicación de verdad operativa con la capital de España, Salamanca debería contar con un quinto y un sexto tren rápido, pero de eso ya ni se habla en el Ministerio del vallisoletano.
El ministro dijo en su día que los nuevos Alvia llegarían a Salamanca en cuanto Transportes recibiera una remesa de máquinas para AVE y Avlo, del modelo S-106, destinadas a Galicia. A nosotros nos enviarían los Alvia usados al retirarlos de las vías gallegas. Pues bien, las máquinas están ya por el camino de Santiago, los gallegos dispondrán de trenes nuevecitos a partir del 9 de junio, y aquí seguimos esperando a pie de vía. Ni viejos ni nuevos trenes, ni anuncios ni ilusiones.
No hay fecha para la recuperación del cuarto Alvia los fines de semana y el quinto sigue en el aire.
Quizás sea mejor así, porque han sido tantos los compromisos y los plazos incumplidos que otra decepción resultaría demasiado desoladora. Habrá que seguir presionando, aunque sirva de poco o nada.
En todo caso, Puente es un mandado. Tenía mucha razón la vicesecretaria de Movilización y Reto Digital del PP, Noelia Núñez, cuando señalaba el pasado viernes que, como la permanencia de Sánchez en La Moncloa no depende de provincias como Salamanca, donde manda el PP y apenas rasca votos, nos abandona y nos castiga mientras premia, cuida y mima los territorios donde gobiernan sus socios separatistas, golpistas y proetarras.
Lo mismo ocurre con la electrificación de la línea hasta Portugal. Las obras avanzan más lento todavía que los trenes TRD que tardan cerca de tres horas en hacer el trayecto de Salamanca a Madrid, y eso cuando todo va bien. El puente sobre la vía en la avenida de Saavedra y Fajardo debería haber sido derribado hace cuatro años para permitir instalar las catenarias de la vía electrificada, pero lo último que sabemos es que Adif tiene previsto terminar la obra en febrero de 2026, si bien es verdad que el organismo de infraestructuras de Transportes no suele cumplir sus plazos, así que ya veremos cuándo finalizan los trabajos.
La electrificación se anunció inicialmente para 2021, y ya ha llovido desde entonces. El último plazo que se había concedido el Gobierno de Sánchez caducaba a finales de marzo pasado, con cuatro años de retraso. Esa fecha se ha incumplido y vamos a por el quinto año de espera.
Y no será por dinero. El primer año de Puente en el Ministerio se saldó con una inversión récord en infraestructuras: nada menos que diez mil millones de euros. Nunca se había invertido tanto en carreteras y ferrocarriles. Con ese billón y medio largo de pesetas, Puente ha hecho de todo, menos avanzar en la electrificación y arreglar como se debe la autovía A-66 en Salamanca, el paraíso del bache.
Solo nos queda rezar y confiar en que la llegada de su tercer hijo le ablande el carácter.
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.