Borrar

Minimunicipios

Domingo, 14 de mayo 2023, 07:05

Comenta

La deuda pública española, de la cual se habla poco, ha pasado de 552,3 mil millones en 1991 a 1.427 mil millones en 2021, y de representar el 43% del PIB en 1991 al 120,4% en 2020.En España hay hoy una realidad municipal difícilmente sostenible (por emplear ese término tan usado y abusado). En 2021 5.000 municipios con menos de 1000 habitantes eran el 61,5% de todos los municipios.

Mientras esto ocurre, el número de municipios no hace sino crecer y ya en 2015 había 95 municipios más que en 1979. ¿Por qué? Porque la historia perversa de la identidad juega su nefasto papel también a nivel municipal y así resulta que el 95% de los municipios españoles tiene menos de 20.000 habitantes.

En palabras de David Ortega: «España se caracteriza por el denominado minifundismo o atomización municipal, lo que nos acarrea no pocos problemas de gestión a la hora de prestar los servicios municipales».

¿Cómo cambiar esta tendencia? Volvamos a David Ortega: «La fusión de municipios parece el camino más sensato para tratar de mejorar la eficacia de la organización local española y paliar la insostenible fragmentación y disfuncionalidad territorial que sufre. De todo lo que se acaba de reseñar no se hablará ante el próximo 28 de mayo.

Ortega reclama una reducción del número de municipios y lo presenta como una cuestión de Estado. «Así se ha entendido en la práctica en los países europeos que ya han hecho los deberes desde hace mucho tiempo en el norte y centro de Europa y, más recientemente, en los del sur (Grecia, Italia y Portugal). Así debe abordarse por los partidos políticos españoles».

Para que un municipio sea viable, Ortega propone que el número mínimo de habitantes se establezca en torno a 5.000, pues cuanto mayor sea el número de habitantes, «más fortaleza tendrá el municipio resultante y mejor funcionará la economía de escala. En muchos países de Europa, la media de habitantes por municipio se mueve entre los 15.000 y los 56.000 habitantes».

Es evidente que la concentración municipal tendrá beneficios. Entonces, ¿por qué no se realiza? En mi opinión, esta resistencia –como tantas otras- tiene su origen en el sentimiento identitario que ha invadido en España toda la política. Desde la identidad de género hasta la identidad nacionalista, centrada hoy en las lenguas. Pero en este caso de esta resistencia a la integración municipal, en España está vivo el sentimiento de pertenencia, ese amor «a mi pueblo», en el que ya no vivo.

Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

lagacetadesalamanca Minimunicipios