«Hicimos ayer, haremos mañana»

No hace mucho nuestra querida Universidad de Salamanca cumplió 800 años, y, queriendo demostrar que fuimos, que somos y que seremos, se les ocurrió el lema «dijimos ayer, diremos mañana». Ya sabes, con ese guiño a Fray Luis cuando soltó esa frase magistral (nunca mejor dicho) al volver a su aula.

Y es que eso es lo que debería ser la Universidad, esa mezcla maravillosa de lo de toda la vida y lo que tiene que llegar. De lo de ayer y lo de mañana. Vamos, sería como tener a un rector de la Universidad, con su toga y su birrete, por supuesto, que estuviera especializado en algo tan moderno como las inteligencias artificiales. Espera, espera, que lo tenemos. Toma ya.

Y claro, yo, que como ves me declaro fan de mezclar lo antiguo y lo nuevo, que Carlos García Carbayo haya comentado que va a mantener los conciertos en la Plaza Mayor, me parece un acierto, una buena noticia y una buena idea. Las cosas que funcionan no se tocan, vamos, digo yo.

Porque comentaba Carmen Seguín, al hacer el balance de las ferias de este año, que por los 13 conciertos han pasado más de 210.000 personas. A ver, recuerda que en Salamanca somos 150.000. Vamos, que ha pasado mucha gente, que han sido un éxito y, que a los salmantinos, y los que vienen a visitarnos, eso de ir a la Plaza a ver un concierto les parece un plan redondo.

Ojo, no te olvides que los conciertos tenían el aforo limitado (que también me parece bien) que, de no tenerlo, conciertos como el de Omar Montes o Abraham Mateo habrían tenido más gente que una final de Champions en el Bernabéu. A las diez de la mañana (antes no sé, yo pasé a las diez) ya había personas tumbadas en el suelo para estar en primera fila en esos conciertos. Eso es, sin duda, un éxito.

Me gusta escuchar que zarpa el amor reflejado en la piedra dorada de nuestra Plaza con ese eclipse total del corazón. Disfruto de los medallones ilustres que nos cuentan nuestra historia y nos dicen que a veces llega un momento en que te haces viejo de repente. Y sabes, quiero decirte que por, mucho que vayas buscando por la Plaza para comprarte un pantalón, igual no estás en el sitio perfecto para eso, pero sí para levantar la vista, disfrutar con la Plaza más bonita del mundo y abrir los oídos para que la experiencia no se sume, se multiplique.

Que nuestro alcalde quiera que el año que viene tengamos más y mejor de estos conciertos, a mí, me pone de buen humor, que bastantes cosas nos cabrean ya todos los días ¿no crees?