¡Toc, toc! ¿Hay Gobierno?
Un «señor» fue sorprendido dando un pucherazo en las urnas en una votación interna y es ahora presidente del Gobierno
Era un secreto a voces, pero hasta el miércoles no se confirmó: Teresa Ribera es la candidata española para ocupar un puesto en la próxima Comisión Europea. Me imagino a muchos agricultores y, especialmente, ganaderos salmantinos dando saltos de alegría, gritando algo así como ¡aleluya, fuera la sandía! fruto que es verde por fuera y rojo por dentro. Sin embargo, hay que tener cuidado con cantar victoria antes de tiempo, no sea que por unas razones u otras, la aún vicepresidenta termine quedándose aquí. No es lo probable, pero tampoco es imposible, más con Pedro Sánchez de por medio. Pongo un ejemplo: hubo una vez un «señor» que fue sorprendido dando un pucherazo en las urnas en una votación interna de su propio grupo político y esa persona es ahora presidente del Gobierno de España. Así que no corramos, ni vayamos tan deprisa. En estos momentos lo primero es conocer qué comisaría asigna von der Leyen a Ribera; desde Madrid quieren obtener la que tenga las competencias de energía y cambio climático y, además, una vicepresidencia desde la que vigile a todas las comisarías relacionadas con el medio ambiente. Es verdad que pican muy alto y ya veremos si lo logran. Y aquí surgen las dudas: si sus expectativas no se ven correspondidas, ¿acaso se quedaría Ribera en España y Sánchez mandaría allí a otra persona? Es una posibilidad remota, pero no hay que descartarla. Otra consideración: Ribera, en función de la comisaría que consiga, debe pasar un examen ante la comisión correspondiente del Parlamento Europeo, que puede aprobar, o no. Lo habitual, es que lo logre, pero tampoco es seguro al cien por cien. Total, que no se debe cantar victoria.
Y ahora viene la segunda derivada de lo anterior: ¿cuándo cesará Teresa Ribera como vicepresidenta tercera del Gobierno y como ministra de Transición Ecológica? Todo apunta a que aspira a estar en el cargo todo lo posible (por si acaso), pero las tareas previas que tiene en Bruselas van a ocupar una parte muy importante de su tiempo, especialmente si la comisaría asignada por von der Leyen no está relacionada con la energía o el clima, sus especialidades. Imaginemos por un momento que recibe las competencias de política regional, por poner un ejemplo; si eso sucediese se tendrá que poner a estudiar como una posesa los nuevos asuntos. Y, llegados a este punto, hay que preguntarse por lo que hará Pedro Sánchez: ¿se limitará a sustituir a la susodicha o aprovechará para hacer una remodelación más amplia de este Gobierno que nos desgobierna? No es un tema menor, ni mucho menos, a la vista de los retos políticos, económicos y sociales que están encima de la mesa, comenzando por los Presupuestos Generales del Estado para 2025. Y es que su situación en el Congreso no es de debilidad a secas, sino de debilidad extrema. Sin embargo, también es verdad que Pedro Sánchez siempre se mueve en el filo de la navaja, aún con el riesgo de cortarse.