¿Hay alguien ahí que gestione?

Pues no. No pienso dejar que el marido de Begoña y su banda me marquen la agenda de lo que tengo que escribir. Por eso no me voy a referir a lo de Franco, al que Pedro Sánchez debió sufrir mucho durante los tres años y nueve meses (día arriba, día abajo) en los que coincidieron sus vidas. Voy a escribir de lo que para mí es importante. Por ejemplo, de que a fecha 10 de enero no haya Presupuestos Generales del Estado por segundo ejercicio consecutivo. Se trata de un mandato constitucional, que se saltan a la torera una y otra vez y aquí no pasa nada. Insisto: el marido de Begoña no ha cumplido con el artículo de la Constitución que dice que el Gobierno de turno debe enviar a las Cortes el proyecto de Presupuestos Generales del Estado antes del 1 de octubre. En el caso que nos ocupa, el de este ejercicio, es que ni siquiera existe ese proyecto. Y, vuelvo a insistir, eso es grave, pero todavía lo es más que no suceda nada y que no tenga consecuencias.

Sigo con el tema, porque se trata de la ley más importante de cada año, en la que se establece el sablazo que van a dar a nuestros bolsillos, mediante los impuestos y tasas diversas, y cómo se gastará el porrón de dinero que llegan a las arcas públicas. ¿Acaso hay un asunto más importante que este? Pues creo que, si lo pensamos fríamente no, no lo hay. Pero nada, se incumple este mandato y no hay consecuencias. Suma y sigue. ¿Qué más asuntos preocupan hoy al conjunto de la sociedad? Pues, por ejemplo, la falta de vivienda por un lado y lo cara que está la que hay en el mercado, por otro, ¿Ha presentado algún plan realista el Gobierno presidido por el marido de Begoña? Pues que yo sepa no. Y, si acaso lo hubiese presentado, y a mí se me hubiese escapado, la verdad es que no debe haber sido muy efectivo, porque el problema sigue ahí y va a más.

Y sigo con la vivienda y la propiedad privada. También se habla en la calle, y casi todos conocemos o tenemos referencia de alguien, que ha sido victima de la ocupación de un inmueble. Pues bien, va el ministro de Economía, el sanchista Carlos Cuerpo (porque aquí si no eres sanchista, tampoco eres ministro) y dice que ese no es un problema real e importante y que hay suficiente seguridad jurídica. Y, entonces, ¿por qué los propietarios no sacan sus inmuebles al mercado del alquiler, perdiendo dinero y contribuyendo así a que suban los precios todavía más y más? La lista de problemas reales que afectan a la vida de cada día de los ciudadanos está más que llena (cada uno puede incluir aquí la suya), pero lo que sucede a nivel de calle no parece ser lo que importa a Pedro Sánchez y su banda. ¿Hay alguien al frente que gestione o resulta que está Franco todavía?