Freidoras de aire espías

Las freidoras de aire escuchan lo que comentamos en casa. Un artículo del medio británico 'The Guardian' pone de manifiesto que el mundo de los electrodomésticos está bajo sospecha. En concreto, parece que están poniendo especial énfasis en las freidoras de aire, ya que algunas de estas están pidiendo permiso para grabar audio a través de la app de tu móvil. Los espías ya no respetan nada. Hay lugares sagrados que no se tocan como es la cocina de un hogar. Si hay dos electrodomésticos que han cambiado el panorama actual en los últimos años son la airfryer y el satisfyer. Riman, pero cada uno en su ámbito han supuesto una revolución.

Cuando he leído la noticia, sinceramente, no me he preocupado por mi intimidad y mi privacidad. Los que tenemos un día a día muy cotidiano donde solo un estreno de Netflix nos puede cambiar un poco la hoja de ruta en el sofá, no nos quita el sueño que nos espíen. Conmigo se aburrirían de lo lindo. Yo de los que me he acordado es de los que están al otro lado escuchando las conversaciones. Pobrecitos. Me los imagino reportando sus divisiones en las reuniones. ¿Qué tenemos en EEUU?¿De qué se habla en Argentina con Milei?¿Qué está pasando en Francia?... Al llegar a España, me imagino al responsable de las escuchas a los españoles resoplando intentando explicar lo que sucede en este país en el que estamos perdiendo la cabeza por momentos.

El espía jefe encargado de las freidoras de aire españolas empezaría a enumerar a su superior las escuchas. El presidente del Gobierno está hasta arriba de corrupción, su mujer, su hermano y su exmano derecha tienen problemas con la justicia, cada día salta un escándalo y sostienen al Gobierno independentistas que a su vez se quieren separar del estado español. Los españoles cada vez que vienen de la compra y la colocan en la cocina se quejan de que los precios de los alimentos están por las nubes, al igual que la gasolina y los alquileres. Insostenible. Lo peor de todo es que pese a la situación no hay visos de que nada cambie en el Gobierno.

¿Y qué podemos hacer el común de los mortales que solo pedimos un poco de cordura a nuestro Gobierno? Pues nada. Resignación total. Pensaban algunos que este 2025 iba a ser el principio del fin del sanchismo y de toda esta pesadilla, pero lo que no contaban es con el comodín de Francisco Franco. Los clásicos nunca pasan de moda.

Pedro Sánchez ha sacado de nuevo un grandes éxitos y ha anunciado que a lo largo de 2025 va a impulsar la conmemoración de los 50 años de «España en libertad» para poner en valor la «gran transformación» en este medio siglo de democracia transcurrido desde la muerte de Franco y homenajear a todas las personas y a todos los colectivos que lo hicieron posible. En resumen, que nos vamos a tirar todo el próximo año con la cortina de humo de este tema para no abordar lo que de verdad importa que es que tiene el país peor que la habitación de un adolescente con acné y flequillo con el pavo en todo lo alto.

Con la tontería, Pedro Sánchez lleva seis años ya en La Moncloa y es que el tipo no maquina para buscar un sustituto o una salida digna, sino para perpetuarse en el tiempo. En nada, me imagino a los que escuchan las airfryer españolas pidiendo la baja por estrés y depresión.