El reto de Retana
No es pequeño el reto de nuestro nuevo obispo y pastor, monseñor José Luis Retana Gozalo. Ciertamente, él viene como solución no como problema. Los ... distintos problemas se los irá encontrando en el día a día y en las distintas, y a veces distantes, realidades de ambas diócesis. Parece ser que el apellido Retana es de origen vasco y significa “colinas quemadas”. No se le ve quemado a nuestro recién estrenado obispo, regalo de Reyes esperado con ilusión por muchos, sino más bien ilusionado y cargado de esperanzas, teniendo clara la misión y la visión de su ministerio. Que la vecina Plasencia llore su ausencia y sienta su partida como una gran pérdida es un indicador que ha de abrir a mirobrigenses y salmantinos hacia una nueva y renovada etapa en sus respectivas realidades eclesiales. Sin lugar a duda, la tarea que le espera al nuevo prelado no es fácil, pero es justo y necesario soplar sobre el brasero de la fe y el compromiso cristiano de todo este Pueblo de Dios, que por muchas y variadas razones se ha visto, más de una vez, navegando en la insoportable levedad del vacío existencial y asistencial. Salamanca y Ciudad Rodrigo no pueden caminar como ovejas sin pastor, ahora bien, no todo lo que reluce es oro ni todo el monte es orégano. No lo digo por el buen pastor que llega, sino más bien por las ovejas modorras en que a veces nos convertimos, fruto sobre todo de nuestra vanidad y el ego que los títulos y cargos nos producen haciéndonos perder los pies del suelo, tambalearnos y caer. No seré yo quien diga a nadie lo que tiene que hacer y menos al nuevo y sonriente obispo, pero sí me atrevo a decir a quienes hemos sido críticos con actitudes y comportamientos en la Iglesia diocesana, que es el momento de ser claros y honestos poniendo las cartas boca arriba en aquello que consideremos oportuno cambiar para mejorar.
Realmente no se encontrará las colinas quemadas este buen obispo, pero diócesis afogonadas me atrevo a decir que sí. Dios quiera que en medio de tanto cainismo encubierto, este buen prelado traiga un soplo de aire nuevo que motive, mueva, remueva y conmueva a todos para remar mar adentro en el camino de la fe y en el compromiso serio y profundo de vida cristiana. No son los mejores momentos pero son tiempos que hemos de vivir como una oportunidad para superarnos y crecer, tratando de salir reforzados y renovados, comprometidos vivamente con la Iglesia pueblo de Dios. Como bien decía ayer el Nuncio de su Santidad en referencia al nuevo obispo de Salamanca: “Le espera una ardua tarea”.
Bienvenido sea monseñor José Luis Retana y despedido sea, con cariño agradecido, el que durante diecinueve años fue nuestro obispo don Carlos López, a quien puedo criticar muchas cosas, pero al que siempre he de valorar su respeto, comprensión y lealtad.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión