Antonio Carnicero, salmantino pintor de la Corte
Lunes, 18 de febrero 2019, 14:47
Recorriendo hace unos días las salas dedicadas a pintores españoles del siglo XIX del museo de Bellas Artes de Madrid, nos salió al paso un ... retrato del malhadado Godoy, aquel valido de Carlos IV amante de la Reina María Luisa de Parma cuya alcoba llamada con sorna en palacio “La Polvera” frecuentaba a menudo. El valido, a mayores, era un cleptómano que llegó a ser inmensamente rico, aunque murió sólo y paupérrimo en una buhardilla de París.
Tuvo Godoy en la Plaza Mayor de Salamanca un medallón que él mismo mando tallar y se lo picaron los estudiantes en las revueltas de 1808, cuando el arrogante militar salió huyendo tras el Motín de Aranjuez rumbo a Francia.
Se ve que la pulsión iconoclasta de nuestra Plaza viene de largo y es casi una saludable costumbre secular picapedrear los medallones de los Generalísimos cuando caen en desgracia.
La sorpresa fue comprobar que el autor del retrato de Godoy colgado en el Museo, de muy buena factura y trazo, era un pintor salmantino, Antonio Carnicero Mancio, del que dice la Wikipedia que nació en Salamanca, de padre escultor en 1754 y llegó a pintor de la corte de Carlos IV, donde acabó represaliado por patriota.
Confieso mi imperdonable ignorancia por la existencia de tan ilustre paisano, contemporáneo y amigo de Goya, con el que compartió la pintura de la Corte y la animadversión del absolutismo fernandino.
Pero he consultado el imprescindible Libro de Vecinos de Salamanca de Paco Blanco y no aparece en sus páginas. Aunque sí hay una curiosa referencia al artista y a su padre, también pintor, en el Callejero Salmantino de Ignacio Carnero, que reseña la calle Carniceros, en el antiguo barrio chino, y cuyo titularidad reclama Ignacio deudora de los apellidos de los dos artistas que vivían por allí.
Sea como sea, es hora de honrar en Salamanca la memoria de Antonio Carnicero Mancio y colgar sus cuadros en una gran exposición antológica en San Eloy, que nos muestre la obra de tan ilustre como desconocido paisano.
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